A menudo los conceptos de "Inclusión e Integración" se utilizan como términos iguales que comparten un mismo significado, sobretodo en el ámbito educativo. Pero inclusión e integración 'no son palabras sinónimas'.
Inclusión e integración representan filosofías totalmente diferentes, aún cuando tienen objetivos aparentemente iguales o significados parecidos.
Si bien es cierto, pasar de la exclusión a la Inclusión supone un proceso largo de cambio y evolución, 'en medio' de esta transición podemos situar a "la integración". Ahora bien, debemos ir mas allá, paso a paso sin olvidar que 'el último fin siempre es la inclusión'. Las diferencias básicas son:
1. La inclusión NO se centra en la discapacidad o diagnóstico de la persona. 'Se centra en sus capacidades'.
2. La inclusión educativa NO está dirigida a la educación especial, sino a la educación en general.
3. La inclusión NO supone cambios superficiales en el sistema, supone trasformaciones profundas .
4. La inclusión NO se basa en los principios de igualdad y competición se basa en los principios de equidad, cooperación y solidaridad.
5. La inclusión educativa se centra en el aula y NO en el alumno.
6. La inclusión NO intenta acercar a la persona a un modelo de ser, de pensar y de actuar “normalizado”, acepta a cada uno tal y como es, reconociendo a cada persona con sus características individuales.
7. La inclusión NO es dar a todas las personas lo mismo, sino dar a cada uno lo que necesita para poder disfrutar de los mismos derechos.
8. La inclusión NO persigue cambiar o corregir la diferencia de la persona sino enriquecerse de ella.
9. La inclusión educativa NO persigue que el niñ@ se adapte al grupo, persigue eliminar las barreras con las que se encuentra que le impiden participar en el sistema educativo y social.
10. La inclusión NO disfraza las limitaciones, porque ellas son reales.
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