La asociación Defensor del Paciente ha decidido denunciar a el presidente del Gobierno Mariano Rajoy ante el Tribunal Supremo, por un presunto delito de malversación de fondos públicos, por pagar a cargo de los Presupuestos Generales del Estado la prestación asistencial a su padre en situación de dependencia. La Ley de Dependencia, por lo visto, era inviable para los discapacitados, menos para su padre.
Eldiario.es ha publicado en exclusiva que desde la primavera de 2014, Mariano Rajoy Sobredo, de 95 años, es auxiliado día y noche por un hombre y una mujer contratados a raíz de la hospitalización que sufrió consecuencia de un ictus. La primera factura de los cuidados de Rajoy Sobredo salió de una cuenta bancaria a su nombre, y se abonó a una empresa que facturó 3.600 euros por los servicios prestados durante su estancia hospitalaria. A su regreso, Moncloa, asumió, hasta hoy, realizar las dos contrataciones citadas.
Los presidentes del Gobierno, y sus familias, disponen de un servicio sanitario de alto nivel a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. Se trata de un equipo médico que también cuida la salud de los altos cargos de Moncloa, o de los mandatarios extranjeros en visita oficial. Las funciones de este equipo son estrictamente médicas y, entre ellas, desde luego, no está el acompañamiento o la prestación asistencial de la que sí disfruta el padre de Mariano Rajoy.
En la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros los periodistas preguntaron a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría,sobre si considera que esos cuidados deben sufragarse con fondos públicos. La vicepresidenta se limitado a responder "La política de contratación del personal servicio de Palacio no ha cambiado en este Gobierno, es la misma que en los anteriores predecesores". Por tanto los motivos de la contratación de dos profesionales por parte del Palacio de la Moncloa con la exclusiva misión de atender al padre dependiente de Mariano Rajoy seguirá sin conocerse.
Como tampoco saben los vecinos de mi edificio que el pago del cuidador para mi hijo durante dos horas diarias (antes de quitarle la asignación que le correspondía por la Ley de Dependencia para sufragar el Centro de Día, podía contratarle al menos una hora mas diaria), salen de los "presupuestos generales de la república independiente de mi casa", porque mi hijo, gran dependiente, aun teniendo derecho a una tercera persona cuidadora, según consta en su certificado de minusvalía, no la tiene, ni tiene derecho a tenerla. Ayer mismo no lo corroboró telefónicamente -de nuevo- Ana, la asistente social que nos corresponde en los servicios sociales municipales. También, ayer mismo, por la mañana, saliendo mi hijo de casa en su silla de ruedas, asistido por mi esposa y el cuidador, otra vecina del edificio-la enésima de la vecindad, y por enésima vez- le pregunto: "Oye... ¿Quién os manda a este cuidador que os ayuda con Sergio?. A lo que contestó mi esposa: Los menguados presupuestos generales de la república independiente de mi casa.
"¿Que dices?...¿Quién hices?" replicó la vecina. Con esa misma pregunta le respondería yo al Gobierno, a la Vicepresidenta, a Mariano Rajoy, a la madre que le parió y... y... bueno, a su padre no, que ya tiene bastante con lo que tiene: "¿Quién paga esto... qué dices... quién hices.... como hiciste?
Eldiario.es ha publicado en exclusiva que desde la primavera de 2014, Mariano Rajoy Sobredo, de 95 años, es auxiliado día y noche por un hombre y una mujer contratados a raíz de la hospitalización que sufrió consecuencia de un ictus. La primera factura de los cuidados de Rajoy Sobredo salió de una cuenta bancaria a su nombre, y se abonó a una empresa que facturó 3.600 euros por los servicios prestados durante su estancia hospitalaria. A su regreso, Moncloa, asumió, hasta hoy, realizar las dos contrataciones citadas.
Los presidentes del Gobierno, y sus familias, disponen de un servicio sanitario de alto nivel a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. Se trata de un equipo médico que también cuida la salud de los altos cargos de Moncloa, o de los mandatarios extranjeros en visita oficial. Las funciones de este equipo son estrictamente médicas y, entre ellas, desde luego, no está el acompañamiento o la prestación asistencial de la que sí disfruta el padre de Mariano Rajoy.
En la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros los periodistas preguntaron a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría,sobre si considera que esos cuidados deben sufragarse con fondos públicos. La vicepresidenta se limitado a responder "La política de contratación del personal servicio de Palacio no ha cambiado en este Gobierno, es la misma que en los anteriores predecesores". Por tanto los motivos de la contratación de dos profesionales por parte del Palacio de la Moncloa con la exclusiva misión de atender al padre dependiente de Mariano Rajoy seguirá sin conocerse.
Como tampoco saben los vecinos de mi edificio que el pago del cuidador para mi hijo durante dos horas diarias (antes de quitarle la asignación que le correspondía por la Ley de Dependencia para sufragar el Centro de Día, podía contratarle al menos una hora mas diaria), salen de los "presupuestos generales de la república independiente de mi casa", porque mi hijo, gran dependiente, aun teniendo derecho a una tercera persona cuidadora, según consta en su certificado de minusvalía, no la tiene, ni tiene derecho a tenerla. Ayer mismo no lo corroboró telefónicamente -de nuevo- Ana, la asistente social que nos corresponde en los servicios sociales municipales. También, ayer mismo, por la mañana, saliendo mi hijo de casa en su silla de ruedas, asistido por mi esposa y el cuidador, otra vecina del edificio-la enésima de la vecindad, y por enésima vez- le pregunto: "Oye... ¿Quién os manda a este cuidador que os ayuda con Sergio?. A lo que contestó mi esposa: Los menguados presupuestos generales de la república independiente de mi casa.
"¿Que dices?...¿Quién hices?" replicó la vecina. Con esa misma pregunta le respondería yo al Gobierno, a la Vicepresidenta, a Mariano Rajoy, a la madre que le parió y... y... bueno, a su padre no, que ya tiene bastante con lo que tiene: "¿Quién paga esto... qué dices... quién hices.... como hiciste?
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