Tommy Morrissey es un niño de tres años, un prodigio del golf según Jeff LeFevre, Director de Golf del Linwood Country Club, campo donde Tommy y su padre Joe juegan durante sus veranos en Jersey Shore.
Golf, niños prodigios, padres orgullosos de sus hijos… hasta aquí todo podría ser normal. Otro niño de tres años que goza de un talento poco habitual en este deporte para su corta edad.
Pero no es así, Tommy nació sin la mano y parte del antebrazo derechos lo que no impide ejercer con gran talento su deporte favorito, que no el único, el golf. Esta es una de esas historias llenas de humanidad y de superación del ser humano.
Su afición comenzó cuando tenía 18 meses. Sus padres se dieron cuenta del gran interés que su hijo mostraba por el golf delante de la televisión. El pequeño miraba la pequeña pantalla en su casa de Júpiter, Florida, para imitar los gestos de los jugadores profesionales por lo que su padre decidió comprarle un juego de palos de plástico.
Un día se fueron a un campo de golf y pudieron comprobar el talento del niño. Con dos años Tommy comenzó a utilizar un iPad para observar lecciones de golf. “Entré en su habitación, le pregunté qué estaba haciendo, y me dijo que estaba tomando clases de golf”, dijo su padre. “Su verdadera habilidad es mirar y aprender. Le he dado muy poco entrenamiento”, añadió Joe.
Ahora el peso de los palos de golf es un reto para él, pero esa dificultad no detiene al talentoso pequeño, según Jeff LeFevre. “Este es un juego muy difícil con dos brazos y dos manos. Y aquí vemos a un niño de tres años con un solo brazo, y con un ritmo absolutamente grandioso. Es verdaderamente un prodigio del golf”, dijo el profesional.
Tommy, que además de jugar al golf practica otros deportes como béisbol y fútbol, no se ve diferente a otros niños de su edad. Simplemente llama a su brazo más corto “Nemo”, como el pez que protagoniza la película de dibujos animados “Buscando a Nemo”.
“Tommy ha sido capaz de hacer llorar a hombres adultos. En su corta vida, ha sido capaz de inspirar a muchos y hacer que las personas no duden de sus capacidades. Y lo está haciendo con la que es posiblemente una de las armas más importantes, la inocencia de un niño”, dijo Joe.
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