martes, 18 de febrero de 2014

La canallada del copago


  • La canallada del copago -
    La canallada del copago -
Colomer 17/02/2014
Lo conozco de toda la vida. Tiene mi edad, aunque corrimos suertes dispares. Su vida discurre en el centro para discapacitados psíquicos la Vall d’Umbrí de Borriol. Su familia, gente trabajadora y humilde, anda desesperada con la entrada en vigor de ese decretazo despiadado del copago. El mismo que no solo le confiscará la totalidad de su limitada paga, sino que, en su caso, le reclamará un dinero que no tiene.
El muchacho cobra una pensión de 12 pagas de 548 euros y, ahora, le exigen que les entregue 14 pagas de 535 euros. Se necesita tener cara dura. Un gobierno que ha alimentado a toda suerte de corruptos y ladrones, ahora se muestra bravucón con los más débiles.
Menuda canallada. Estamos hablando de un centro de la Conselleria que pasará de no cobrar nada a incautarle todo al muchacho y a saquearle un plus a la familia.
La totalidad de la paga anual más unos mil euros al año. Llevamos ya un cierto tiempo combatiendo el destino de las políticas sociales de este gobierno conservador y clasista. Recordemos que el buque insignia de la gestión social en esta provincia era la corrida de la beneficencia.
Ya está todo dicho, confunden el circo romano y la caridad con la satisfacción constitucional de los derechos sociales. Hoy, una marea humana de dependientes, discapacitados y asociaciones de familiares no se resignan y claman contra las nuevas medidas de expolio.
Golpear a estos colectivos es golpear donde más duele. Así es en una sociedad decente y civilizada. La voracidad recaudadora no se corresponde con el consenso social existente en torno al destino de nuestros impuestos. Quiero decir que nuestra sociedad, aunque sean horas bajas y tengamos una crisis de caballo, acepta de buen grado que los recursos disponibles y los presupuestos públicos atiendan a los más necesitados. Este es un país solidario que no necesita gestos obscenos como los copagos y otros recortes que hunden a los más hundidos. Este país quizá necesite antes otro modelo fiscal que recaude más a los que más se han enriquecido con las desgracias de los demás.
Este país agradecería que los despilfarros registrados fuesen reorientados a inversiones sociales más productivas. Que lo sepan los actuales dirigentes, esta sociedad se indigna con decretazos y copagos antisociales. Se indigna cuando compara los gustos caros del poder y su ensañamiento con los más pobres. Cuando me preguntan para qué sirve la política, lo tengo cada vez más claro. Sirve para pegarle “fuego” a las malas decisiones y cambiar todo cuanto se pueda. H
*Secretario general provincial del PSPV-PSOE y portavoz en la Diputación

No hay comentarios:

Publicar un comentario