Mason fue diagnosticado con autismo hace unos meses, y sus padre se esfuerzan por encontrar un peluquero que pueda ayudar a su niño a sentarse y sentirse cómodo durante un corte de pelo. Debido a la sobrecarga sensorial, los cortes de pelo son a menudo difíciles e incluso dolorosos para las personas con autismo. La peluquería de James Williams intentó varias veces cortar el pelo a Mason, pero aún no había tenido éxito.
"He estado tratando de encontrar diferentes maneras de cómo cortar el pelo de Mason", dijo Williams con sede en Gales, pero no permitiría que me acercara a una de sus orejas.
En lugar de forzar a Mason para hacer algo con lo que se sentía incómodo, un día Williams se tiró al suelo con él. Y después de un corte exitoso, Williams le pidió un choca esos cinco, y entonces Mason agradecido y feliz le ofreció un abrazo.
"Estoy contento he sido una parte del viaje para poner una sonrisa en sus caras", escribió Williams. "Gracias por permitir que te ayude"
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