martes, 10 de noviembre de 2015

Me comentaba ayer mi amigo Juan,


Me comentaba ayer mi amigo Juan, padre de dos chicos gemelos con discapacidad severa, de la misma edad de mi Sergio, y compañeros en el Centro de Día Infanta Elena de Parálisis Cerebral, lo siguiente:

"Espero que el libro se a leído por muchas personas,y sí puede ser por políticos un abrazo".

Amigo Juan, al igual que tus hijos, mi Sergio, no tiene voz. No porque no quiera, o porque su aparato fonador no se lo permita, sino porque su discapacidad intelectual afecta al saber articular las palabras. Debido a ello, tampoco tiene capacidad para reivindicar sus necesidades vitales y, por ende, para defender sus derechos. Pero yo, como padre, tengo el deber, la obligación, y el honor, de alzar la voz por él, por disponer de la capacidad suficiente para cederle, con todo mi amor y respeto por su diversidad funcional, esos vocablos que le faltan, y traducir, por medio de ellos, lo que con sus emociones y sentimientos me trasmite con "palabras ausentes". Quizá este libro sirva para ayudar a otros padres como tú y como yo, que hay personas, incluso dirigentes "muy capacitados", que nos gobierna, que demuestran tener una gran discapacidad porque, la mayor discapacidad, es, la de no tener corazón.Un afectuoso abrazo de toda la familia León Verde.

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