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La pequeña Bibi es más que una niña normal; tiene solo 11 años y representará a México en Gimnasia artística. El síndrome down no fue un impedimento
Texto.- Tamara Corro / Fotos.- Sergio Balandrano
Coatzacoalcos, Ver.- María Bárbara Wetzel Aguilar, mejor conocida como Bibi, es una pequeña de 11 años de edad que será la digna representante de México en un campeonato mundial de Gimnasia artística, que se llevará a cabo en Mortara, Italia el próximo 14 de noviembre.
Esto representa un gran orgullo para esta pequeña que comenzó a practicar la gimnasia a los 3 años de edad en el gimnasio de la escuela Leona Vicario, con la intención de reforzar sus músculos que estaban flácidos y coordinar su cuerpo.
A pesar de que a Bibi en un inicio le costaba mucho coordinar su cuerpo, con el tiempo, la práctica y sobretodo el gusto por esta disciplina, ha logrado más de lo que se imaginaba e incluso pensaban sus propios maestros.
Con mucha emoción y con sus cortas palabras, Bibi, cuenta que se irá a Italia y que está muy contenta de irse hasta allá y ser la mejor, no sólo entre sus compañeras, sino a nivel nacional.
Incluso, Bibi, estudia el sexto año de primaria, ya sabe leer, escribir y por si fuera poco también sabe hablar y escribir en inglés.
Gane o no, Bibi ya es toda una historia de éxito para contar, porque no cualquiera logra lo que esta pequeñita ha hecho, tomando en cuenta que sólo su rostro y su habla revelan su condición de Síndrome de Down.
Que mejor testigo para saberlo que su propia madre, Mónica Aguilar de la Garza, quien la ha apoyado desde que nació, ya que para ella, Bibi, es una niña normal como cualquier otra y por ello se ha empeñado en introducirla al entorno de cualquier niña de su edad.
Y la gimnasia fue una de las opciones para hacerlo, en la que también mejoraría su condición física, como anteriormente ya se había comentado.
Aun así, Mónica relata lo difícil que fue para Bibi en un principio realizarla.
“Logró destacar con mucho trabajo, repitiendo muchas veces los ejercicios, haciendo muchas veces los mismo niveles, le costó mucho trabajo, fueron muchos años que no pasaba de un grado a otro, parecía que no avanzaba y se quedaba estancada y después nos fuimos dando cuenta que ella iba creciendo y conforme iba madurando su interés fue creciendo en la gimnasia, fue de ser juego y empezó a ponerle más ganas”.
Y fue así como Bibi, relata su mamá Mónica, comenzó a entrar a las competencias, lo que la motivó más a crecer, ya que ella es muy competitiva y ahora la gimnasia se ha vuelto parte de su vida.
Además, cuando Bibi se quiere dar por vencida al no poder realizar un ejercicio, Mónica la motiva al decirle que tal vez a ella le cueste más trabajo que a los demás, pero si practica mucho podrá lograrlo, “porque si no te dejas vencer tú vas a lograr lo que tú quieras”.
Otra de las personas que también ha estado al pie del cañón para apoyar a Bibi es uno de sus entrenadores desde hace 4 años, Efrén Ramírez Ruiz, quien también se siente muy orgulloso de Bibi.
“Para enseñar a una niña de este tipo, hay que tener mucha paciencia, porque como podrán haber visto lo que ha hace ella, es muy satisfactorio como entrenador que logre ese tipo de actividades”.
De acuerdo con el maestro, Bibi pudo lograr entrar a esta competencia a través de videos que mandaron desde nivel estatal, nacional y por último internacional, donde logró la puntuación para ser calificada.
Además, relata Efrén Ramírez, la gimnasia es parte de la vida de Bibi, entrena todos los días durante 4 horas y ahora, para competir en el mundial entrena más de 10 horas de lunes a sábado.
“Ella, es muy metódica, es muy entregada en el entrenamiento, muy segura de lo que quiere hacer, de lo que va a realizar, se va poniendo la metas conforme logra el trabajo y se va poniendo los objetivos”, finalizó Efrén Ramírez.
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