miércoles, 18 de noviembre de 2015

Acéptalo. Acepta al niño, acepta el autismo.



Podría haber sido mejor pero también podría haber sido mucho peor.

Hay enfermedades o trastornos que acortan terriblemente la vida de un niño, alguien que mantiene su alegría y su forma de ser hasta el último momento, que llega terriblemente pronto. 

Otras conllevan un gran sufrimiento, un enorme dolor y el niño lo experimenta con sus funciones cerebrales intactas.

Con el autismo no es así. Tendrá otras posibilidades y otras limitaciones.

Todos entendemos que nuestro cerebro es el responsable de nuestra inteligencia y entendemos que alguien afectado por ejemplo de síndrome de Down, tenga discapacidad intelectual.

Pero el cerebro es también responsable de nuestros sentimientos, de nuestras emociones, de comunicarnos con otras personas, de imaginar y soñar.

Y si nuestro cerebro tiene otro tipo de problema, también pueden estar afectadas estas funciones o actividades o cómo quieras llamarlo.

Una parte de la personalidad de tu hijo, de sus pensamientos, esperanzas, miedos y sentimientos está bloqueada, no te deja el acceso que tú querrías.

Parte de esos bloqueos irán mejorando con el tiempo y otros serán permanentes.

Pero el amor rompe barreras y te ayudará a ayudar a tu hijo.

Las cosas mejorarán.

Jose R. Alonso

No hay comentarios:

Publicar un comentario