martes, 10 de noviembre de 2015

Aimar El Niño De Tordesillas

Me he dado cuenta que la gran mayoría de la sociedad, e incluso nuestros políticos, cuando se habla de dependencia y discapacidad tenemos la imagen de personas adultas, copago, centros de día, plazas en residencias....y a todos se nos olvidan los grandes olvidados, los niños. Las leyes y los derechos, o lo que queda de ellos, de las personas dependientes no son los mismos que los de los niños dependientes o con necesidades especiales, síndromes o enfermedades raras, y aunque pudiera parecer lo contrario cuánto más dependencia más desprotegidos están.
Me parece preocupante que un político no sepa que un niño discapacitado no tiene ninguna pensión por discapacidad por ser menor de 18 años, que un consejero de Sanidad no sepa que pagan su medicación cómo otro cualquiera por no ser titular de la tarjeta sanitaria sino beneficiarios, que en los hospitales no dispongan de pañales para ellos, de los sablazos que nos dan cada vez que tenemos que cambiarlos de sillas, dafos, corsés, de que su educación escolar sea más una cuestión de asistencialidad que de Educación, que no sepan de la existencia de columpios adaptados para ellos, etc etc etc , así difícilmente se pueden arreglar los problemas y deficiencias.
Ahora que todos andan con sus campañas y pronto empezarán a hablar de dependencia y tirarse fotos que queden guais, les recomendaría que bajarán a la tierra, que no se reúnan con grandes asociaciones y prometan, sino que nos escuchen a los de a pie, a los que no podemos pagar una cuota mensual a una asociación y sufrimos las carencias e injusticias cada día. Sólo así, cuando exista conciencia por parte de todos, se podrá empezar a cambiar algo.

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