domingo, 6 de marzo de 2016

CUIDATE A TI MISMO FAMILIAS CON RETOS ESPECIALES


En momentos de tensión, cada persona reacciona de diferente manera. Algunas recomendaciones universales pueden ayudar: procura descansar, come lo mejor que puedas, resérvate un tiempo para ti mismo, busca el apoyo de los demás... Esto puede parecer difícil, pero ayuda el pensar que tu hijo/a estará mejor si tú estás bien.
Cuídate a ti mismo porque lo necesitas para salir adelante. Y déjate cuidar por los demás; necesitas espacios donde poder "cargar las pilas", renovar tu energía. Recuerda que sólo eres una persona, con las limitaciones físicas y mentales que ello comporta, y que entender la discapacidad de tu hijo, buscar los recursos necesarios, estar a la altura de todos los profesionales con que te encuentres, continuar con tu vida cotidiana, laboral, familiar, de pareja, etc., puede resultar agotador.
No te fuerces; quizás tendrás que reorganizarte y cambiar de prioridades, pero tú tienes que estar entre las primeras.Como solución práctica te proponemos la que algunas personas han adoptado: incorporar algunas "rutinas" que pueden ser nuevas en tu vida. Busca un rato al día en que puedas estar contigo mismo. Es más fácil si lo haces al principio o al final del día: por ejemplo, levántate de la cama un poco antes y tómate un café, tranquilamente, sin interrupciones, o date un baño relajante al final del día. Y pide a las personas de tu entorno que te ayuden a mantener este espacio (delegando en ellos alguna labor que seguramente harías tú: levantar o acostar a los otros hijos, etc.) recuerda, cuando llega a la familia un hijo o hija con retos especiales, indudablemente, la dinámica familiar va a cambiar, y es necesario que toda la familia se involucre, ya que es muy agotador que toda la responsabilidad y cuidados solo los tenga una sola persona, ya que imaginate, que pasaria, si tu tienes que ausentarte, o te enfermes, ¡nadie sabría ni podría, hacerse cargo de tu hij@!

No hay comentarios:

Publicar un comentario