El curso 2014-2015, los alumnos de DHB 3 de Zumaiako Institutua, hicimos un proyecto muy especial en las clases de Lengua Castellana de la Segunda Evaluación. En vez de seguir el programa que se había planteado al principio de curso, nuestro profesor, Roberto Orbea, planteó algo diferente. Como libro de trabajo y lectura de la evaluación eligió el libro del zumaiarra José Manuel Mancisidor, Budy, “Tengo parálisis cerebral. Pero no estoy enfermo”. Una autobiografía; pero sobre todo, un libro que da esperanzas y ganas para seguir luchando en la vida.
Todos los
alumnos sabíamos quién era Budy, pero
pocos conocíamos su historia, y creo que a todos nos encantó descubrirla. Budy nació con Parálisis Cerebral, lo que
le ha incapacitado para hablar, manejar bien sus manos, comer sólo, y estos
últimos años andar. Pero este libro no trata de las limitaciones, sino de cómo superarlas.
¿Quién se imaginaría que una persona a la que la vida le ha puesto tantas
barreras sería capaz de viajar a sitios como Finlandia y Marruecos, trabajar o
incluso escribir un libro?
Este libro
nos da una gran lección: nunca hay que perder la ilusión y la actitud positiva.
Al principio del libro, podemos leer una frase que resume a Budy perfectamente. “Sonrío ante la vida. Es una manera de ser.
Una actitud. Y estoy convencido de que es una gran virtud.”
Otra cosa
importantísima que hemos aprendido con este libro es a no juzgar a las personas
antes de conocerlas; a no criticar o encasillar a alguien sólo basándonos en su
físico o en lo que los demás dicen de ellos. Si nos parásemos a escuchar la
historia de lo demás, conoceríamos a más gente brillante como Budy.
Como libro
de trabajo realizamos análisis morfológicos y sintácticos de capítulos del
libro. Era la forma de ver cómo lo que íbamos estudiando en clase se podía
encontrar en libros como el de Budy.
Como libro de lectura, además de leerlo, tuvimos que hacer un control en el que
cada uno tuvimos que escribirle una carta a Budy
contándole lo que nos había parecido el libro.
Al
terminar de leer el libro, nuestro profesor nos propuso juntarnos con Jose
Manuel un día para hablar sobre el libro.
¡Todos
aceptamos!
Los
alumnos escribimos preguntas para Budy que él profesor se encargo de organizar
y hacérselas llegar a Budy. Budy las fue contestando poco a poco al
profesor. El profesor fue organizando las preguntas y respuestas y elaboró una
presentación de Power Point en la que junto al texto leído contó con la
locutora de Radio Euskadi Maitane Urbieta, que dio voz a Budy. Y, poco a poco, nos íbamos acercando al gran día en que, con
la colaboración de otros profesores, pudimos dedicar toda una tarde a estar con
Budy.
Aquella
tarde apareció Budy. Se le veía
nervioso y sorpendido. Éramos cincuenta y cinco alumnos los que le esperábamos
en el Areto, preparado para la ocasión. Con él vino Gorka Gozategi, un fotógrafo
amigo suyo. Y al rato apareció su gran amigo Joseba Ossa,
El
profesor mandó, en secreto, a una alumna que fuera a recoger a Miren, la madre
de Budy, y la trajera también al Areto. Fue precioso ver a una madre tan
emocionada y orgullosa de lo lejos que su hijo había llegado. Había momentos en
los que Jose Manuel no podía aguantar su ilusión, y eso hizo que todo el
trabajo mereciese la pena.
Como final,
las mejores cartas del examen de lectura fueron leídas por los alumnos, De esa
manera, quisimos demostrarle lo mucho que nos había marcado y lo inspiradora
que era su vida para nosotros
Después
entregamos a Budy, Joseba y Miren unos regalos muy especiales. Entre ellos,
había un pendrive para Budy lleno de
música que los alumnos habíamos elegido para él.
Fue una tarde divertida y nos ayudó a entender todavía
mejor la vida de Budy y la de los que
le rodean. Nos dimos cuenta de lo difícil que fue el proceso de escribir el
libro, pero si lo intentas y le echas ganas, todo es posible.
Eskerrikasko Budy!
Esther
Eizagirre Pecharromán
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