viernes, 10 de octubre de 2014

Vivir con 132 euros al mes

El nuevo modelo de copago eleva hasta el 33% las aportaciones de los discapacitados

De izquierda a derecha Xavier Cubells, Valentín Palazón, Ricardo Martínez y Cales Balañá. /JOSEP LLUÍS SELLART
Carles Balañá tiene 52 años y es tetrapléjico. Aunque su vida depende de una silla de ruedas eso nunca ha sido un impedimento para intentar disfrutarla al máximo. Es activo, no se pierde las fiestas de Santa Tecla, la patrona de Tarragona, le gustan las excursiones. Se trata de actividades que, en algunas ocasiones, tiene que pagar de su bolsillo y que, asegura, el nuevo modelo de copago social de la Generalitat “corta de tajo”. Su pensión mensual es de 949 euros. El Departamento de Bienestar le dice ahora que tiene que aportar (copagar) 977 euros cada mes por la plaza en la residencia de Sant Salvador, en Tarragona. Las cuentas no salen.
“Entiendo que tengamos que colaborar, pero es que nos están dejando sin nada”, dice Balañá, que junto con sus compañeros de residencia ha hecho un vídeo explicando su situación. Todo viene a raíz de que hace seis meses Bienestar implementó una nueva manera de calcular el copago para los servicios no gratuitos de la Cartera de Servicios Sociales y de la ley de Dependencia. “La medida no busca recaudar dinero, busca hacer el sistema socialmente más justo”, defiende Carmela Fortuny, directora del Instituto Catalán de Asistencia y Servicios Sociales (ICASS). La gran novedad es que se contabilizaba el patrimonio. Y también que se garantiza una cantidad para gastos personales. La de Balañá es, según la norma, de 132 euros al mes.
“En la residencia lo tenemos casi todo, pero los productos de higiene personal los tenemos que comprar, ¿qué pasa si tienes que ir donde el dentista?, ¿si quieres tomarte algo?, ¿medicamentos?, ¿si quieres ir al cine?, ¿las gafas?”, se pregunta Balañá. Los residentes en Sant Salvador forman parte de las 427 personas a la que la Generalitat ya les envió una especie de borrador donde les desglosa la estructura del nuevo coste y sobre el cual se pueden hacer reclamaciones de cara a una reducción, por ejemplo, si en el inmueble de propiedad vive una persona a su cargo. Bienestar ya efectúa la rebaja según la información que posee en algunas bases de datos pero para completarla pide la confirmación de los beneficiarios.
Los afectados denuncian que con este recorte  no pueden afrontar sus gastos personales
Balañá no tiene propiedades. Solo su pensión de 8.889 euros anuales, más 28 euros de intereses de una cuenta y 4.431 euros de prestaciones de fuera del sistema de dependencia catalán. En total, sus ingresos anuales son de 13.350 euros. Bienestar le informa que casi el 88% (11.727 euros) lo tiene que destinar a copagar la plaza. Un tercio más de lo que pagaba con la anterior fórmula.
“La orden catalana es más flexible que la estatal a la hora de garantizar más dinero de bolsillo de los beneficiarios”, recuerda Carmela Fortuny. “Tenemos una normativa estatal que nos obliga a cobrarlo”, añade la directora del ICASS. La cantidad de dinero de bolsillo que cada beneficiario tiene está establecida por Bienestar, de acuerdo al servicio que recibe y se calcula de acuerdo al Indicador Renta de Suficiencia de Cataluña, IRSC (569 euros al mes). La ley estatal lo calcula utilizando el Indicador Público de Renta, IPREM (532 euros). Balañá tiene derecho a 1.593 euros al año para poder hacer lo que el llama “vivir”. “Nos quieren volver a encerrar”, agrega.


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