sábado, 11 de octubre de 2014

Juan, un platense que demostró que nada es imposible


• Tiene una discapacidad muy compleja, sin embargo está a pasos de graduarse en Letras y da charlas en el exterior


Por: Belén Fernández


Juan, en una entrevista exclusiva en Ámbito Financiero, contó sus logros y sus esfuerzos. Hoy es un verdadero embajador de los derechos de las personas con discapacidad.
Juan Cobeñas no es un joven más: es un luchador, un soñador y un verdadero embajador de los derechos humanos. Durante su gestación, un virus afectó el útero de su madre lo que le provocó una discapacidad muy compleja, su movilidad es muy disminuida y no puede hablar, pero se expresa a través del sistema de Comunicación Alternativa Aumentativa. Hoy, con sus 23 años, está cursando el cuarto año de Letras en la Universidad Nacional de La Plata, sueña con ganarse una beca para convertirse en investigador de lingüística. 

"Cuando era chico me dijeron que no era una persona educable y no me aceptaron en el colegio especial. Fue mi mamá la que tuvo que estudiar para enseñarme un sistema de comunicación para así incluirme en la escuela común",sostuvo Juan, quien mediante un asistente -en este caso su mamá- se expresa con un sistema de letras. Elena Dal Bó, su madre y directora de la Asociación Azul, por la vida independiente de las personas con discapacidad, se transformó casi por obligación en educadora de personas con discapacidades intelectuales con especialización en discapacidad profunda y múltiple, la primera en la Argentina.

"Nosotros pensábamos que la escuela era la entrada al mundo, cuando nos dicen que no hay pedagogía para aplicar sobre Juan en las escuelas especiales en la Argentina, quedamos debastados", explicó Elena. Fue así que investigó cómo se trataban casos similares en el resto del mundo. "Encontramos mucho material en Reino Unido sobre las discapacidades más complejas. Me contacté con un centro en Londres que capacitaba escuelas con el sistema de Comunicación Alternativa Aumentativa, aplicada en pacientes con discapacidad; ellos evaluaron a Juan de una forma única, remarcando todo aquello que podía hacer y vieron muchas capacidades en él", contó Elena, en una entrevista con Ámbito Financiero.

Si bien la familia Cobeñas regresó a la ciudad de La Plata esperanzada, también volvió envuelta en dudas: el sistema no existía en ese momento en la Argentina. Elena no lo dudó, estudió y se graduó de instructora y rápidamente comenzó a trabajar sobre Juan, el primer paso hacia su independencia. "Gracias a Elsa Guiastrennec, quien era asesora de Alicia Di Meglio, directora de Educación Especial en la provincia de Buenos Aires, y a Perla Agosti, directora de Educación de Gestión Privada de la provincia, yo pude estudiar como cualquier otro", agradecido remarcó Juan. Ésta fue sin dudas la primera gran prueba que tuvo que enfrentar a lo largo de su vida. 

Juan se sintió siempre bien de formar parte de la escuela común. "Yo creo que le di mis diferencias al grupo como un aporte muy importante, los chicos se educan mejor en la diversidad", sostuvo. El día que terminó el secundario en el colegio Manuel Belgrano de City Bell fue una verdadera fiesta no sólo para sus compañeros, sino para todos los docentes que acompañaron su crecimiento. La decisión estaba tomada, su camino estaba en Letras en la facultad de Humanidades de la UNLP.

Pero sus esfuerzos y sus logros merecían ser contados, Juan comenzó a participar de charlas en torno a los derechos de las personas con discapacidades. Viajó por el mundo se enfrentó a auditorios llenos en ciudades como Bogotá, Salamanca, Panamá y Washington. "Las charlas me permitieron viajar y encontrar personas como yo. Así hablé por primera vez con una chica que usaba el mismo sistema que yo". Fue justamente en esos viajes que conoció a Rosemary, la fonoaudióloga de nacionalidad Australiana que inventó la Comunicación Facilitada, una forma de Comunicación Alternativa Aumentativa que también usa Juan.

Este platense y fanático de los libros, no sólo es un ejemplo de que no hay imposibles, sino que dedica su vida "a mostrarle el camino a otros. Soy el primero en muchas cosas, después mucho ya va a estar hecho". Y no es poco lo que hizo, logró que la Provincia de Buenos Aires a través de una resolución, permitiera la inclusión de asistentes a la escuela común para aquellas personas con discapacidad. Sin contar sus constantes reclamos para adaptar la Ciudad con rampas y ascensores para los discapacitados. Además, convirtió a todos los miembros de su familia en militantes por los derechos de las personas con discapacidades.

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