Quiero agradecer a todo el Club Deportivo ASPACE todos estos magníficos años que he pasado como voluntario. En mi mente se quedan inolvidables momentos, empezando por cada partido auxiliando a mi hermano Juan Luis, el cuál tiene una larga carrera profesional en esto de la Boccia, estando seguro de que llegará muy lejos, aún sin estar yo delante de la silla .
Imposible será olvidar a toda esa familia que ha permanecido o permanecen en el club, de quienes he tenido la suerte de aprender tantas cosas.
Anita, estoy seguro de que seguirás al frente, dándolo todo por estos chavales tal y como lo has estado haciendo ahora, permaneciendo al pie del cañón.
María Mora, que aunque este último año no hayas podido estar tan cerca como te gustaría, sabes perfectamente que el club no es nada si te mantienes alejada de él .
Ric Ardo, mi principal apoyo bocciero de los últimos años. Eres una persona digna de admirar, del que cualquier persona debería tomar ejemplo. Tu devoción por colaborar y ayudar en cada oportunidad, en las buenas y en las malas, me han enseñado muchas cosas. Eso sí, menos mal que al final pude escaparme una nochecita sin el "coñazo" de mi hermano para echar unas buenas birras durante un campeonato
A las mamis y papis de la boccia, que sin ellos seguramente todo esto no sería lo que es actualmente. Tenéis toda mi admiración. Vuestros hijos pueden estar más orgullosos, igual que yo lo estoy de los míos.
Voy a dejar de nombrar gente porque podría tirarme toda la noche escribiendo. Acabo de llegar de casa y tengo ganas de una cerveza, así que voy a ir resumiendo
A todos los voluntarios, pieza fundamental de todo esto; deportistas, que han más que demostrado que las barreras están para romperlas, y que los límites los ponemos nosotros; amigos que he hecho durante toda esta aventura; y todos aquellos que me dejo en el camino.
Hay que aprovechar cualquier oportunidad que se presenta en el camino, y eso es lo que estoy haciendo. Nunca sabe que te puede deparar el futuro, así que cuantas más opciones aprovechemos, mejor. Un ejemplo claro es el mío, ya que conocí a la persona con la que pretendo compartir el resto de mi vida, gracias a la Boccia. ¿Quién lo iba a decir?
Gracias por todos estos años. Qué sepáis que no me perderé más de la cuenta, y que intentaré apuntarme a cada quedada, campeonato o jornada que surja cada vez que me sea posible. Tengo la suerte de contar con mi súper hermano, que no me dejará escaparme por mucho tiempo
¡Muaaaaaak!
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