Es común circular por los aeropuertos o fronteras y ver el “escaneo” de un perro a las valijas, bolsos y hasta autos en busca de droga o explosivos. A ello, se le han sumado últimamente los especialistas en detectar dinero, más precisamente dólares o euros. Además, el mejor amigo del hombre también se destaca, "entre varios trabajos", por brindar seguridad y colaborar en tareas de rescate y búsqueda de sobrevivientes. Pero hay un grupo especial que comenzó a ser instruido en los últimos años para prevenir enfermedades graves gracias a su extraordinario olfato y resultan muy útiles como política sanitaria para muchos gobiernos, que destinan grandes sumas de dinero para entrenarlos y bajar las tasas de afectados por el cáncer, diabetes o epilepsia, entre otras dolencias.
Investigadores de varios países como Japón, Gran Bretaña y Alemania, entre otros, hallaron que perros rastreadores son capaces de detectar varios tipos de cáncer en una etapa temprana.
Para comprobar esta tendencia, el doctor Thorsten Walles, del Hospital Schillerhoehe, en Alemania, reclutó junto a su equipo a personas con cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y a otros que no tenían ningún problema de salud.
Los perros especialmente entrenados identificaron con éxito a 71 de 100 casos de cáncer de pulmón, además de 372 de 400 muestras sin cáncer. Los perros también pudieron distinguir entre el cáncer de pulmón y la EPOC, además del humo de tabaco.
Los investigadores concluyeron que debe haber un marcador confiable para el cáncer de pulmón que es distinto de la EPOC y que se puede detectar ante la presencia de humo de tabaco, olores de comida y drogas. Walles se lamentó de que los perros no pudieran describir con palabras los olores que sentían, para conocer más sobre la bioquímica de este cáncer.
De todos los tipos de cáncer, el que más muertes causa es el de pulmón, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). En Estados Unidos, se diagnostican cerca de 200,000 cada año, y ocurren más de 150,000 muertes.
“En el aliento de los pacientes de cáncer de pulmón probablemente haya compuestos químicos distintos que en el aliento normal, y el agudo sentido del olfato de los perros puede detectar esa diferencia en una etapa temprana de la enfermedad”, afirmó Walles, que trabaja en la Fundación Europea del Pulmón.
Otros perros, pueden detectar el cáncer de intestino mediante el olfato con un gran nivel de precisión aunque la enfermedad se encuentre en su fase inicial, según reveló un estudio publicado en la versión “on-line” de la revista médica British Medical Journal (BMJ).
Expertos del Departamento de Cirugía de la Universidad de Kyushu, en Japón, indicaron que existen componentes químicos correspondientes a tipos de cáncer específicos que circulan por el cuerpo humano y que un perro puede oler.
Un perro labrador especialmente adiestrado, que realizó durante varios meses pruebas de olfato entre las que se incluyeron test de aliento y muestras de heces de los participantes, detectó a 48 personas con cáncer de intestino y a 258 voluntarios que no sufrían la enfermedad. En otro experimento el perro detectó el cáncer de intestino en 33 de 36 test de aliento y en 37 de 38 de pruebas de heces, diferenciándolo de otras enfermedades más benignas como las inflamatorias del intestino, úlceras, diverticulitis y apendicitis.
En Gran Bretaña un grupo de investigadores entrenan perros para ayudar a personas diabéticas, cuando su nivel de azúcar en la sangre cae peligrosamente. Durante un estudio que se acaba de realizar en la Queen’s University, de Belfast, distintos perros han podido detectar minúsculos cambios que se producen cuando una persona está a punto de tener un ataque hipoglucémico.
El 65% de las mascotas de las 212 personas con diabetes insulino-dependientes que participaron en el estudio, comenzaban a ladrar, llorar e incluso lamer a sus dueños cuando se iba a producir un episodio de hipoglucemia. Generalmente el perro lame la cara y jadea al lado de la persona que va a sufrir un ataque.
Muchos perros tienen la capacidad de alertar a las familias de niños con epilepsia que se va a producir un ataque. Los avisos los realizan minutos o incluso horas antes del ataque. Algunos de los perros que se han investigado, como pastores alemanes, golden retrievers y rottweilers eran capaces de empujar al chico para que se alejara de las escaleras principales de la casa y evitar que se cayera.
Hay perros que buscan ayuda y va a ser necesario enseñarles a que abran la puerta, otros avisarán a alguien pulsando un botón, y también se les enseña a traer objetos al usuario como son el teléfono y algunos remedios.
En ocasiones, si el dueño pierde la consciencia temporalmente, el perro se tumbará junto a él manteniendo el contacto físico mediante una pata, por ejemplo. De esta forma, cuando el usuario vuelva en sí, desorientado, tendrá un punto de referencia y sabrá que ha sufrido un ataque.
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