Yo sabía que siempre había querido una niña para ponerle bonitos vestidos, pintarle las uñas, hablar de los chicos, de amores y de todas las cosas divertidas propias de una chica.
Pero no tenía ni idea de que había un plan diferente para mí, y creo que el plan era enséñame a amar la vida. Recuerdo que cuando Bella tenía 2 años y fue diagnosticada con autismo lloré tan fuerte que me sentí como si hubiera hecho algo malo, me culpaba a mí misma me quedé tratando de pensar en lo que hice diferente en este embarazo que que con el de mi primer hijo.
Ella comenzó a recibir ayuda de inmediato, el terapeuta dijo que la ayudaría a que algún día pudiera vivir una vida autónoma.
A los 4 años de edad pude ver su autismo apropiarse de su vida, se ponía a llorar y se estiraba del pelo porque no era capaz de decirme qué era lo que ella quería, me gustaría. Todo lo que quería oír de su boca es que me llamara mamá, me la llevé a someterla a un chequeo de nuevo y me dijeron que ella tenía Autismo severo
Bella tiene ahora 6 años y ha estado en la terapia (aba) desde que tenía 2 años de edad. Me dijeron que no creen que Bella fuera a ser capaz de vivir una vida normal. Aunque ella grita aún y tiene dificultades para aceptar las cosas, Bella me ha enseñado mucho, la amo con cada pedazo de mi corazón!
Estoy muy agradecido de tenerla y de ser su mamá. Y nunca dejaré de creer en que un día va a venir a mí y me va a mirar a los ojos y me va a decir Te Quiero Mami.
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