22/01/2014
- "Algunas familias deciden dejar a sus mayores en el hospital para que por lo menos puedan estar calientes y puedan comer", destaca Marciano Sánchez Bayle.
- “El profesional puede forzar un ingreso por orden judicial yendo a un juzgado de guardia, pero al contrario es un problema porque si la familia se niega no hay nada que hacer", cuenta Antonio Díez.
La crisis y la falta de recursos han provocado que cada vez sean más los ancianos que son abandonados en los hospitales. Muchas veces llegan a los hospitales por enfermedades leves, pero acaban siendo ingresados por sus avanzadas edades o por ser grupos de riesgo. Una vez superada la enfermedad el médico se dispone a darles el alta pero se encuentra con el problema de que, o sus familiares no vienen a por ellos o que los ancianos no tienen a donde ir.
El presidente de Canarias, Paulino Rivero, ha denunciado esta semana que en su comunidad hay 400 camas bloqueadas en los hospitales por pacientes que están sanos y con el alta médica pero que aún siguen en los centros porque los familiares no los recogen. Según el Secretario de Acción Sindical SAE, Antonio Díez, esta situación no es exclusiva de las islas Canarias, “viene dándose a nivel nacional desde hace varios años”.
Este profesional de la medicina afirma que a la hora de ingresar a una persona en el hospital hay un trámite legal que se puede seguir, sin embargo para dar un alta los médicos se encuentran desamparados ante la ley. “El profesional puede forzar un ingreso por orden judicial yendo a un juzgado de guardia, pero al contrario es un problema porque si la familia se niega no hay nada que hacer. Si el médico, por ejemplo, lo lleva a una residencia por su cuenta la familia le puede denunciar. Este es un problema muy importante porque al final el gasto sanitario lo estamos pagando todos”, señala Antonio Díez.
¿Pero cómo hemos llegado a esta situación de abandono de nuestros mayores? Díez explica que el abandono de las personas mayores no es algo nuevo aunque matiza que con la crisis ha aumentado. “En estos casos se pueden encontrar varios perfiles. Están las personas que no tienen a nadie, los que aprovechan los ingresos hospitalarios para descansar de los familiares y los que tienen problemas económicos y no pueden hacerse cargo de ellos”, apunta Diez.
Los recortes en dependencia han dejado a las familias sin recursos
En el último año, el número de personas que han dejado de recibir las ayudas de dependencia se ha reducido en 11.127 personas. Este hecho unido a la crisis ha provocado que cada vez más familias tengan más dificultades para cuidar de sus mayores. Este es el caso de Canarias, según el portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez Bayle.
Canarias se encuentran a la cola del ranking de ayudas a la dependencia de España. Solo 11.414 personas reciben algún tipo de ayuda, lo que supone el 0,54% de su población. Marciano Sánchez Bayle explica que los recortes en dependencia han afectado considerablemente a la población canaria, ya que es una de las más envejecidas de España.
Según las proyecciones 2011-2021 del Instituto Nacional de Estadística, en Canarias el segmento de población superior a 65 años crecerá en torno al 39,9% en diez años. El grupo de mayores de 85 años crecerá un 78,6%. Además, la tasa de riesgo de pobreza en Canarias se situó en el 33,2% en 2012, lo que convierte al archipiélago en la segunda Comunidad Autónoma con mayor tasa de riesgo, sólo por detrás de Extremadura (34,1%), según se desprende de los resultados provisionales de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2013 elaborada por el INE.
“El problema no está en las familias. Sabemos que hay personas que viven en situación de extrema miseria ya que no tienen dinero ni para pagar la luz ni para comer. Estas son algunas de las personas que deciden dejar a sus mayores en el hospital para que por lo menos puedan estar calientes y puedan comer. Estos son el 99% de los casos y no se les puede culpar por ello”, señala Sánchez Bayle.
Para este médico el problema está en que los recortes han afectado a diferentes estratos de la sociedad del bienestar. “No hay un sistema de hospitalización a domicilio que pueda atender a estas personas. Se ha recortado en todas las administraciones por lo que muchas familias se encuentran en una situación desesperada. Hay una gran incapacidad por parte de las familias para hacerse cargo de una manera razonable de estas personas y cualquier responsable debe saberlo. En este caso, en Canarias, se han unido varios factores: hay pocas camas porque desde 2009 no se han aumentado, se ha recortado en dependencia y luego ha habido el pico de gripe que ha provocado que se necesiten más camas en los hospitales”, afirma el portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública.
Otros de los casos que también se están dando en los hospitales son los de los ancianos que no tienen familia y por lo tanto, no tienen quien les cuide. Según el INE, en España hay 18 millones de hogares, de ellos, 4,2 millones los compone una sola persona, un colectivo que se ha incrementado un 45%, y que ya aglutina al 9% de la población.
“Algunas de las personas que están ingresadas tienen algún grado de discapacidad por lo que no pueden valerse por sí mismas. Ellas necesitan que alguien les cuide, pero con los recortes se han quedado solos. El problema está en que se ha recortado en muchos ámbitos de los servicios púbicos y los servicios sociales no dan abasto. No pueden inventar una cama que no existen o inventarse una financiación que no hay. Las comunidades son las que tienen que arreglar este asunto”, concluye este experto.
Directores de residencias denuncian el cierre de 1.192 camas en un mes por los recortes en Dependencia
La Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales denuncia que los recortes en Dependencia han supuesto el cierre de 1.192 camas en residencias en sólo un mes, el de diciembre, cuando desapareció una plaza cada cuarenta minutos.
Según explica la organización, en España existen 382.523 plazas en residencias para personas mayores y de ellas, 130.424 son para personas en situación de dependencia. Esto supone 4,66 plazas por cada 100 mayores de 65 años, aunque la ratio oscila desde las 2,3 de Murcia o 2,9 plazas de Canarias hasta las 7,4 que se ofrecen en Castilla y León.
Ahora, conforme los Directores y Gerentes, "el desmantelamiento" de la Ley de Dependencia y la "amenaza" de la reforma local ponen en riesgo el futuro de 567 residencias con más de 30.000 plazas dependientes de los ayuntamientos y entidades locales, lo que "hace presagiar un futuro de sufrimiento y abandono de las personas más vulnerables".
La organización destaca asimismo que, cuando el PP llegó al Gobierno, 1.048.424 personas eran dependientes con derecho a recibir atención, cifra que a diciembre de 2013 era de 944.345 personas, es decir, 100.183 menos: 135 bajas diarias en la primera mitad de la Legislatura. Sólo en diciembre, 3.138 personas en situación de dependencia perdieron el derecho a ser atendidas y se registraron 402 beneficiarios menos.
"Sin duda alguna, nos encontramos ante una demolición descarada del Sistema de Atención a la Dependencia. Una auténtica crueldad, por el sufrimiento que provoca en personas y familias, y una grave irracionalidad en el terreno económico, ya que mientras los hospitales se sobrecargan con personas que no necesitan permanecer en ellos, miles de plazas residenciales se destruyen o permanecen vacías", denuncian los Directores y Gerentes.
Sobre los hospitales, la organización recuerda que el 10% de los enfermos crónicos generan el 55% de las estancias hospitalarias, y un 5% de estos enfermos representan el 40% de todos los ingresos.
"Frente a estos datos (...) sorprenden las declaraciones irresponsables del presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, diciendo que 400 pacientes hospitalizados 'están en condiciones de irse a su casa y sus familiares no los recogen, lo que supone un bloqueo de camas que hacen falta para otros pacientes'", dice la organización.
Según denuncia, es "precisamente el Gobierno que preside Paulino Rivero" el que tiene "el peor desarrollo del Sistema de Atención a la Dependencia", porque atiende a un 0,5% de la población, cuando la media española es del 1,6. "Un dependiente canario tiene tres veces menos posibilidades de ser atendido que un dependiente que viva en cualquier sitio de España", destacan.
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