Como en otros aspectos de la vida cotidiana, la mayoría de los temas relacionados con la llegada de la menstruación son exactamente iguales para niñas con TEA y normotípicas. Con todas es conveniente explicar las cosas antes de que pasen, mantener una comunicación fluida para aclarar cualquier duda o calmar cualquier preocupación, tener las cosas previstas y ahí se incluye desde tener compresas pequeñas en casa a haberlo comentado con el médico y estar un poco pendiente para ver cómo lo asume, si tiene molestias o si sucede algo peculiar en el cole. Si la niña tiene TEA, especialmente si tiene problemas de comunicación o discapacidad intelectual hay que prestar una atención especial pero tratarlo con la misma normalidad que en cualquier niña, pues es una cosa normal, un hito del desarrollo que se ha alcanzado, tu niña que se va convirtiendo en una mujer. Aun así, ya sabes que los cambios no les suelen gustar y este es un cambio llamativo.
Los cambios corporales, desarrollo de los pechos y crecimiento de vello corporal, pueden empezar muy pronto, en algunas niñas incluso a los siete años y pocos años después llegará el primer período. Unos consejos por si alguno te es de utilidad:
- Conviene que hables con un especialista (¿tu ginecólogo? ¿el médico de familia? ¿el pediatra?) antes de que llegue la primera regla. Podéis comentar qué es lo mejor para la niña y tenerlo preparado para cuando llegue el momento.Tenéis que pensar que se inicia su época fértil y hay que afrontar también el tema de la sexualidad. Algunos padres solicitan píldoras anticonceptivas que le disminuyan o controlen el período. Es una decisión delicada que hay que pensar bien y siempre con supervisión médica.
- Explícale lo que va a pasar. Rómpelo en pequeños pasos. Con muchas niñas puede ser especialmente útil usar ayudas visuales, esquemas, imágenes, muñecas, videos. Puedes hacer una historia con instrucciones, debe decírselo a su profe, cambiarse en el baño, lo que sea. Ten cuidado que la historia no parezca algo doloroso o a lo que haya que tener miedo para que no aumente su ansiedad.
- Enseña todo, hasta cosas que te parezcan obvias. Los niños y niñas recogen información de los compañeros, de la familia, de la televisión… Los niños con TEA recogen menos información, la confrontan menos con otros y eso puede llevar a un barullo de ideas, que a su vez puede llevar a alguna experiencia incómoda, humillante o dolorosa. Comprobar lo que sabe o cree saber y practicar para la vida real son dos reglas básicas.
- La información tiene que ser tranquila, sencilla, positiva. No le sobrecargues de datos ni uses palabras rebuscadas ni cursis. Vete al grano y usa términos correctos.
- También es conveniente educar a los niños sobre la menstruación, que entienda lo que está pasando a sus compañeras de clase.
- Compra en el supermercado distintos tipos de compresas. Mira a ver qué modelo es más apropiado, cuál es más confortable. Puedes probar diferentes tamaños, grosores, con alas y sin alas, fragancias y marcas. Hay también ropa interior especial para llevar con compresa que en algunos casos puede ayudar (buscando en internet uno encuentra de todo)
- La niña puede empezar a llevar una minicompresa antes de que empiece la menstruación y así se irá acostumbrando a ella para cuando sea una necesidad.
- Es importante que le enseñes lo que es apropiado y lo que no lo es, que no es lo mismo la familia que los desconocidos, vuestro hogar que los lugares públicos, etc. Puede ser útil practicar algunas normas de conducta.
- Si no es verbal es importante que tengas una forma de saber, una seña, si las molestias llegan a ser dolores y le puedas ayudar con un analgésico suave.
- Enséñale a colocarse la compresa y a librarse de ella (en una bolsita y en la papelera). La madre o una hermana mayor puede hacer de modelo y enseñarle cómo hacerlo.
- Normalmente los tampones son más difíciles de usar y en alguna niña pueden causar alguna molestia sensorial pero es algo también a explorar y que decidáis vosotras qué es lo mejor.
- Anota en el calendario cuando le viene el período (¡cuando debería venir!) para que sepa que es algo que más o menos vendrá en unas fechas determinadas, lo que le hará asumirlo con mayor normalidad.
- Ten en cuenta su horario escolar para incorporarlo a la rutina. Si la hora de cambiarse en casa encaja con la hora de cambiarse en el recreo le será más fácil recordarlo y hacerlo.
- Refuerza la higiene. ¡Son adolescentes, huyen del jabón!
- Si quiere saber más sobre el ciclo menstrual hay páginas de salud para adolescentes donde puedes encontrar imágenes y videos educativos que pueden ayudarte.
- Puede ser una buena idea hacer una pequeña fiesta cuando empiece a menstruar. Ayudará a quitar ese ambiente «negativo» que hay a veces, como si fuera una condena mensual, una catástrofe inevitable y periódica que acaba de empezar. Recuerda, si hace falta, que la alternativa a la menstruación es un embarazo y en una niña siempre está claro cuál es la buena noticia. Convertirse en una mujer es algo importante y se puede celebrar.
Leyendo y hablando con padres hay algunos consejos que son más peculiares pero siempre pienso que si no hacen daño y ayudan a alguna persona merece la pena al menos comentarlos.
- Una madre había manchado una compresa con colorante alimentario para que su hija viera, en un contexto tranquilo, el aspecto que tendrá la toallita cuando tenga el período.
- Un padre contaba que su hija gritaba y corría desaforada cada vez que veía la menor gota de sangre. No se calmaba hasta que le ponían una tirita en la herida por diminuta que fuera, ese componente «mágico» que a veces tienen los procedimientos curativos. La solución fue un simple cambio de terminología: llamaron a la compresa la «tirita grande» pero ojo porque como hemos dicho en lo posible hay que usar un lenguaje normal y de adultos.
- Otra madre recomendaba dibujar con un rotulador o coser en las braguitas unas líneas para que la niña sepa dónde debe poner la compresa.
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