Un 28 de febrero, día internacional de las 
enfermedades raras, nos daban la noticia de que 
nuestro niño no iba a sobrevivir. Nos confirmaban la 
leucodistrofia de alexander. Después de todo lo vivido, 
se que por mucha conciencia que tengamos las 
personas de a pie, nunca conseguiremos nada, porque 
estas enfermedades no pueden generar beneficios a la 
industria farmacéutica, y por eso hemos de ver como 
nuestros hijos sufren hasta el final y mueren. De 
todas formas es importante concienciar por si a 
alguien con recursos y medios se le ablanda elcorazón 
y se pone en nuestro lugar. Yo no me pinto la raya 
verde, porque no tengo ánimos, pero mi familia es 
fantástica y siempre están ahí, dando caña a las 
enfermedades raras.
 



 
 
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