El Parlamento de Bruselas iniciará una investigación tras atender la larga reivindicación de Iñaki Albin sobre los problemas que sufren los discapacitados para utilizar el transporte ferroviario
ALICIA ZULUETA AINARA GARCIA - Domingo, 22 de Febrero de 2015 - Actualizado a las 06:12h
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ANDOAIN - El pasado 6 de enero, e landoaindarra Iñaki Albin recibió la contestación definitiva del Parlamento Europeo ante su larga reivindicación sobre la imposibilidad de las personas con discapacidades para acceder a los trenes de Renfe en el País Vasco. Desde Europa, remitieron una misiva a Albin admitiendo que el problema sí forma parte de las competencias de la Unión Europea y asegurando que se iniciará una investigación en el Estado con la información que aportó acerca de los trenes y su falta de accesibilidad.
La respuesta de la Unión Europea es un gran logro para Albin, que lleva en esta lucha desde que hace años la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) lo dejó en una silla de ruedas. Trabajaba como perito industrial y, en 1992, cuando elaboraba un proyecto en Barcelona, esta patología le cambió la vida y le abrió los ojos a los problemas diarios de las personas con discapacidades. “Cuando me quedé así, vi lo que había y juré que lucharía día y noche hasta conseguir hacer valer nuestros derechos, porque somos personas, no estorbos”, defiende el andoaindarra de 76 años.
Tanto el autobús como el Topo ya son medios de transporte accesibles en Gipuzkoa. Ahora quedan los trenes de Renfe. Albin no entiende por qué en Pamplona o en Zaragoza puede hacer uso de este transporte, pero no en Gipuzkoa. “En el País Vasco no hay trenes preparados en ningún lado. Desde hace 35 años, el Gobierno Vasco alega que no le dan las competencias, pero si quisieran ya habrían hecho algo”, critica. “El artículo 149 de la Constitución especifica en el punto 21 que todo tren que pase por más de una autonomía es competencia del Gobierno central, pero es que los cercanías no salen de la autonomía”, exclama. “Es competencia directamente del Gobierno Vasco”, reitera.
En el año 2000, se plantó en el Congreso de Diputados, en Madrid, para conseguir justicia de las leyes. Ante la poca respuesta, decidió en 2009 viajar hasta Bruselas para reclamar su derecho a acceder al transporte público ante el Parlamento Europeo. “El jefe de la Dirección General de Energía y Transporte de Ciudadanos, que era italiano, me mandó una carta y me dijo que podía ponerme en contacto con una persona de Fomento de Madrid. Y después me dijo que no se podía hacer nada, porque desde España le habían dicho que estaba todo perfecto”, recuerda. Tras varias demandas, decenas de escritos y algunos viajes más, entre los que se encuentra otro a Bruselas en 2011, Albin por fin ha recibido lo que tanto esperaba.
“Estoy algo satisfecho. Después de tantos años luchando han reconocido que les corresponde la competencia”, celebra. “Ahora estamos en el escalón que corresponde, esperemos”, añade. La presidenta de la Comisión de Peticiones, Cecilia Wikström, se dirigió al guipuzcoano para informarle de que se ha iniciado un examen sobre su petición puesto que cumple los requisitos de admisión a trámite encuadrados en las actividades de la Unión Europea. Además, según el documento, la Comisión de Peticiones ha solicitado a la Comisión Europea que lleve a cabo una investigación sobre el problema a partir de la información que Albin les ha presentado. Asimismo, figura que estas mismas cuestiones deberían también plantearse al Foro Europeo de la Discapacidad.
DERECHOS HUMANOS En la actualidad, sigue pendiente de otra contestación del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Luxemburgo a una demanda que la comisión anterior derivó. Este andoaindarra es consciente de que solo puede esperar. “Poca vida me queda pero tengo la esperanza de llegar a ver cumplido mi deseo de que den la orden desde Bruselas”, afirma. Hasta que llegue el fin de sus días, seguirá luchando para que las personas con discapacidad puedan disfrutar de un mundo menos difícil. Albin tiene la estación de tren de Andoain a diez metros de su casa, pero de momento no puede subirse a él. Aunque, a día de hoy, está un paso más cerca de conseguirlo.
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