Nos vemos... Donde haga falta

MIÉRCOLES, 1 DE MAYO DE 2013
AURELIA JEREZ MEDINA 
Enviar a un amigo Comparte esta noticia en Facebook Comparte esta noticia en Twitter Comparte en Tuenti Añadir a menéame inShare 
RSS




Hoy sólo puedo escribir palabras de crítica, procurando que no deriven en improperios, descalificaciones y palabras malsonantes hacia un gobierno que ha decidido de forma premeditada y sistemática el exterminio de las personas en situación de dependencia.

Erróneamente, siempre he pensado que al Partido Popular no le importaba este colectivo, pero estaba equivocada, y mucho; por supuesto que le interesa, le interesa acabar con ellos. Acabar con todo el que no resulta productivo económicamente, que sólo representa un lastre a las arcas del Estado.

Llevan tiempo vertiendo mentiras y desacreditando de forma intencionada a un colectivo que es el más débil de nuestra sociedad, utilizando de manera torticera los datos del Tribunal de Cuentas, acusándonos de fraude; con el único fin de justificar ante el resto de la población los recortes que tenía destinados a los dependientes.Ayer, casi de puntillas y sin hacer ruido (por si nos enterábamos), publicaron en la web de Moncloa la última estocada a la Ley de Dependencia.

Hacer cargar con el peso de la crisis a un colectivo ya de por sí débil física y económicamente, es propio solamente de un gobierno sin alma, al que no le interesa en absoluto el bienestar de sus ciudadanos, y sólo ve números que se pueden reducir. Detrás de esos números hay caras; hay personas con sus historias de superación, donde en algunos casos el simple hecho de seguir vivos significa un gran esfuerzo. Uno de esos expedientes, de esas caras, de esas historias, es mi hijo; un niño de cinco años que no se merece tener como gobernantes a unas personas que a veces no se merecen ni ese tratamiento.

Mi hijo nunca ha vivido por encima de sus posibilidades, no ha tenido fiestas de cumpleaños millonarias, ni viajes de lujo al extranjero; mi hijo , en su corta vida, sólo ha tenido días de hospitales, de pruebas invasivas, de operaciones, de terapias; y ahora, es él el que paga la fiesta de otros. No es justo; pero hablar de justicia con los lobos no funciona.

Aunque a través de estas palabras se pueda deducir mi derrota ante esta situación, nada más lejos de la realidad; la mirada limpia y alegre de mi hijo me anima a seguir defendiendo sus derechos y los de otros como él, aunque ellos no puedan hablar seguiré siendo su voz para decirle a nuestros gobernantes que seguimos aquí, que para doblegarnos, nos tendrán que partir las piernas, y después de partirlas nos arrastraremos, pero seguiremos gritando; seguiremos exigiendo nuestros derechos donde sea necesario: en los tribunales, en las plataformas, en las calles. La vida nos ha hecho fuertes, no saben cuánto....

Señores gobernantes, se están cubriendo de gloria, sigan así, que tal vez tengan que ver sillas de ruedas formando barricadas (y a ver con qué cara van los antidisturbios); no es una amenaza, es la única opción que nos están dejando vista la realidad que nos ofrecen. NOS VEMOS.....