lunes, 27 de mayo de 2013

Alumnos discapacitados de Madrid luchan para evitar el cierre de su colegio


Alumnos discapacitados de Madrid luchan para evitar el cierre de su colegio
Niños del Adarve. (www.sos-colegio-adarve.com)
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Los padres de los 41 alumnos del Colegio de Educación Especial Adarve, en la madrileña localidad de Pozuelo de Alarcón, están convencidos de que los dueños de las instalaciones quieren cerrar el centro. Adarve está gestionado por la sociedad Servicios Sociales Habilitadores (SSH), una gestora de la que son titulares al 50% la Asociación Telefónica para Asistencia a Minusválidos (ATAM) y Grupo 5, que aseguran a El Confidencial que “todavía no hay nada decidido”. Pero tampoco responden con un no rotundo que despeje los temores de los padres de estos niños y jóvenes que necesitan una atención especializada, casi individualizada, por padecer una discapacidad que, en algunos casos, alcanza el 95% de su cuerpo.

“No tenemos alternativa. Nos van a dejar sin centro. Lo sabemos, pero no cuál es el futuro que les espera a nuestros hijos”. Los padres vieron confirmados sus temores cuando se prorrogó el concierto con la Comunidad de Madrid hasta el próximo curso 2013-2014, porque normalmente la ampliación se hace por periodos de cuatro años. Una de las madres que habló con este diario asegura que el Consejo Escolar les ha confirmado que todas las previsiones apuntan a que el centro se cerrará, cumplida la prórroga del próximo curso. De momento, la única alternativa viable para estos niños sería  el colegio El Monte Abantos, “y ya está abarrotado de niños”, explican.

Fuentes de la compañía gestora del colegio reconocen que la última decisión tomada hasta el momento es prorrogar el convenio e insisten en que, del cierre, “no hay nada hablado”. Desde la compañía sostienen que se están buscando nuevas fórmulas de gestión para un futuro, pero que todavía ninguna ha cuajado. Según cuentan, muchos de los alumnos que acuden a Adarve son de zonas lejanas a Pozuelo, “y estarían muchísimo mejor cerca de su vivienda”. Hay alumnos hasta de Valdemoro, a más de 40 kilómetros de distancia del centro.

A mediados de marzo, el director de Atam, Ignacio Aizpún, y el de Grupo 5,Fernando García, convocaron a los representantes de los padres para informarles del “fracaso” de las conversaciones con la Asociación Afanias, de cara a un eventual traspaso del centro educativo. Su estrategia pasa, según la versión de los familiares, por una fusión con el colegio Estudio 3 en Aravaca y alquilar el inmueble donde ahora estudian sus hijos, propiedad de Atam. Para los afectados, "la discapacidad nunca puede ser rentable”, y mucho menos para una asociación como la suya, que se declaró de “utilidad pública” en 1974.

La compañía argumenta que el número de alumnoscon discapacidad ha disminuido en los últimos años. Dicen que para el próximo curso, apenas se cubrirán 35 plazas, “con el sobrecoste que ello conlleva”. Sin embargo, las familias aseguran que el centro “es viable”, ya que se sostiene casi “por completo” con las aportaciones que la Comunidad de Madrid ofrece desde 1991, cuando se convirtió en un colegio concertado. “Con ese dinero da para cubrir los gastos de funcionamiento y pagar al personal”, aseguran. Dadas las especiales características de los alumnos, el Gobierno regional acaba de conceder un incremento extraordinario anual de 13.000 euros.

Dejar sin escolarizar a algunos de estos niños, con plurideficiencia motora y graves problemas de salud añadidos, tanto cardiológicos como pulmonares, algunos de los cuales deben ser incluso alimentados por sonda y recibir cuidados paliativos, supondría para sus progenitores “un auténtico drama”. Desde la empresa gestora sostienen que en tienen alumnos “con los que se puede mantener una conversación” e, incluso, jóvenes de 18 años que se van a incorporar próximamente a algún puesto de trabajo.

"Hay que adaptarse a las circunstancias actuales"

Los padres consideran que los dueños del centro lo están dejando morir. “Las plazas de los alumnos que se han ido al cumplir 21 años no se han cubierto, y las instalaciones se están abandonando”. Adarve es el único colegio de educación especial sin barreras arquitectónicas de toda la zona noroeste, excepto otro centro público “que ya está desbordado de alumnos. Desde la compañía intentan tranquilizar a los padres asegurando que, a lo largo de este año, intentarán firmar algún convenio con otras organizaciones, pero les dejan un mensaje de advertencia:“Los tiempos de crisis que corren no son buenos para nadie y hay que aprender a adaptarse a las circunstancias”.

De momento, los padres ya han iniciado una recogida de firmas y han conseguido más de 5.000 apoyos. Ahora han trasladado su petición a la plataforma change.org, con el lema “No cerréis nuestro colegio, somos niños con discapacidad y no tenemos dónde ir”.

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