domingo, 20 de abril de 2014

Carta al director (de todos los periódicos) por mi misma



Nunca voy al centro en Semana Santa porque todo son obstáculos, gente que van muy perdida mirando al infinito, la cera en el suelo, los palcos desmontados esperando a que recoloquen sus sillas... Esa zona, para los que vemos el mundo "sentados" puede llegar a ser bastante estresante. Pero cuál fue mi sorpresa, que el otro día por la mañana, me quise aventurar a dar un paseo por la zona de La Campana, y de repente me vi que la circulación sí que estaba abierta a los coches y me quise montar en la acera para dejar paso sin molestar, y me doy cuenta que las subidas que tan bien conozco de todo el año, las han tapado con asfalto para no perder el hueco a 2 o 3 sillas de maderas. Desde entonces no dejo de darle vueltas a la cabeza ¿es más importante de verdad que ahí se puedan poner un par de sillas para ver unas procesiones que duran 5 horas, a que una persona discapacitada en silla de ruedas pueda pasear durante el resto del día por encima de las aceras como cualquier persona normal?? Además del dinero que eso supondrá, ¿no se les caerá la cara de vergüenza después de lo que nos está costando conseguir una Sevilla "accesible y adaptada", el quitar las rampas de las aceras para dárle más importancia a los "palcos"?

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