Discapacitados y trabajadores del sector piden la retirada de la medida y que se les paguen las prestaciones pendientes Alertan del goteo constante de salidas de los centros ocupacionales al no poder hacer frente a las mensualidades
06.04.2014 | 01:36
MARIA BONILLO VALENCIA «No queremos volver a pagar lo que ya pagamos con nuestros impuestos». Este sentimiento resume la reivindicación de la marcha que ayer recorrió las calles del centro de Valencia para exigir la retirada del copago sanitario y que reunió a más de 10.000 asistentes, según la organización del acto. Un «repago», como lo llaman los afectados, que afecta a discapacitados y dependientes desde el pasado 1 de enero y que está expulsando de los centros ocupacionales a decenas de personas paulatinamente.
«Se nota que los políticos no tienen ningún familiar en esta situación, sino, no lo permitirían», lamentó a Levante-EMV Rosa Mari, una vecina de Corbera que tiene a su cargo a su hermano, con discapacidad intelectual. «Toda su pensión, de tan solo 500 euros, se va para pagar el centro ocupacional. Las medicinas, la ropa, las facturas de agua, luz y contribución de su casa,... lo pagamos como podemos el resto de la familia», añadió la manifestante visiblemente emocionada, a la par que indignada.
«Quiren que viva con 120 euros»
De entre los miles de asistentes a la manifestación de ayer, algunos portaban carteles con frases como «Quieren que viva con 120 euros al mes», o «Yo ya copago con 4.464 euros anuales», en referencia a los impuestos que abonan.
«No entienden lo que supone sacar a estas personas de los centros ocupacionales. La alternativa es estar solos en casa o en el bar», contaba a este periódico Beatriz, una trabajadora del centro de día de la asociación Patronato Francisco Esteve, de Paterna.
Y es que, la marcha de ayer congregó no sólo a dependientes y discapacitados; también a muchos empleados del sector que observan cada día el goteo de bajas que se producen por el copago. «No pueden abonarlo, cada semana se borran al menos un par de usuarios», señalo. Su compañera, Verónica, explicó que esto tiene sus consecuencias laborales. «El copago crea paro. A mi me han reducido las horas de contrato, por ejemplo».
El presidente de la Coordinadora de Centros Ocupacionales de la Comunitat Valenciana (Copava), Ángel Bonafé, instó a la Generalitat al inicio de la marcha, que más tarde llenó la plaza de la Virgen, a retirar el copago en estos servicios, dado que ya se han contabilizado «cerca de 100 personas que están en sus casas, que ya están corriendo un grave riesgo de exclusión social porque no pueden ser atendidas en sus centros de referencia». Tras recordar los recursos que ya se han interpuesto ante esta resolución, Bonafé defendió que están haciendo «todo lo posible para que se paralice el copago, pues muchos usuarios van a terminar en sus casas porque no van a poder hacer frente a los pagos».
Por su parte, la dependiente Elvira Murcia, quien se encadenó a la Generalitat hace un año para exigir un plan de pagos, lamentó que no se esté cumpliendo. «Nos siguen debiendo dos meses: febrero y marzo y siguen debiendo el plazo de la retroactividad, que no se sabe tampoco cuando lo van a pagar».
«Se nota que los políticos no tienen ningún familiar en esta situación, sino, no lo permitirían», lamentó a Levante-EMV Rosa Mari, una vecina de Corbera que tiene a su cargo a su hermano, con discapacidad intelectual. «Toda su pensión, de tan solo 500 euros, se va para pagar el centro ocupacional. Las medicinas, la ropa, las facturas de agua, luz y contribución de su casa,... lo pagamos como podemos el resto de la familia», añadió la manifestante visiblemente emocionada, a la par que indignada.
«Quiren que viva con 120 euros»
De entre los miles de asistentes a la manifestación de ayer, algunos portaban carteles con frases como «Quieren que viva con 120 euros al mes», o «Yo ya copago con 4.464 euros anuales», en referencia a los impuestos que abonan.
«No entienden lo que supone sacar a estas personas de los centros ocupacionales. La alternativa es estar solos en casa o en el bar», contaba a este periódico Beatriz, una trabajadora del centro de día de la asociación Patronato Francisco Esteve, de Paterna.
Y es que, la marcha de ayer congregó no sólo a dependientes y discapacitados; también a muchos empleados del sector que observan cada día el goteo de bajas que se producen por el copago. «No pueden abonarlo, cada semana se borran al menos un par de usuarios», señalo. Su compañera, Verónica, explicó que esto tiene sus consecuencias laborales. «El copago crea paro. A mi me han reducido las horas de contrato, por ejemplo».
El presidente de la Coordinadora de Centros Ocupacionales de la Comunitat Valenciana (Copava), Ángel Bonafé, instó a la Generalitat al inicio de la marcha, que más tarde llenó la plaza de la Virgen, a retirar el copago en estos servicios, dado que ya se han contabilizado «cerca de 100 personas que están en sus casas, que ya están corriendo un grave riesgo de exclusión social porque no pueden ser atendidas en sus centros de referencia». Tras recordar los recursos que ya se han interpuesto ante esta resolución, Bonafé defendió que están haciendo «todo lo posible para que se paralice el copago, pues muchos usuarios van a terminar en sus casas porque no van a poder hacer frente a los pagos».
Por su parte, la dependiente Elvira Murcia, quien se encadenó a la Generalitat hace un año para exigir un plan de pagos, lamentó que no se esté cumpliendo. «Nos siguen debiendo dos meses: febrero y marzo y siguen debiendo el plazo de la retroactividad, que no se sabe tampoco cuando lo van a pagar».
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