Los centros ocupacionales sacan mesas de trabajo a la calle para protestar contra el copago
Personas con discapacidad que trabajan en centros ocupacionales han sacado sus mesas de trabajo a la Plaza de la Virgen de Valencia para protestar contra el copago en discapacidad. Mientras la negociación de las entidades con la Administración continúa, las familias se niegan a encerrar a sus hijos en casa y dejarse caer por el copago. "¿Cómo voy a sacar a mi hija del centro si es toda su vida?", se quejaba una madre.
"No queremos que nos vuelvan a esconder", sentenciaba una pancarta colgada del improvisado taller montado por el centro ocupacional Los Silos de Burjassot (Valencia). Cuatro entramados de cañas dispuestos a modo de paredes creaban un pequeño espacio de trabajo a escasos metros de un enorme grupo de turistas que presenciaba una sesión del Tribunal de las Aguas.
Para la Generalitat estos chicos son clientes, para nosotros son personas
Julián Oviedo, director del centro ocupacional Los Silos (Burjassot)
Coger un cono de plástico, meter una espiral y presionar. Otra vez. Otra más. Repetir esta operación 700 veces está remunerado con tres euros. Una cantidad que sirve tanto para pagar un simbólico sueldo a las personas que los montan como para acumular un remanente para costear imprevistos en un centro que teme una fuga de usuarios si el copago sigue en pie. "Para la Generalitat estos chicos son clientes, para nosotros son personas", decía Julián Oviedo, director del centro ocupacional. A su alrededor, madres y usuarios de otros centros ocupacionales apoyaban su protesta.
Sergio Olivas (30 años) repartía octavillas explicativas a los curiosos. Hace cuatro años que trabaja en Los Silos. Cuenta que monta tubos, hace papel reciclado, cojines... "Me gusta el centro porque mi trabajo sirve. Hay que hacer lo que sea para que no cierren el centro porque en mi casa... ¡qué aburrimiento!", decía resoplando.
La consejería quiere ponernos en contra de la dirección del centro y eso no lo vamos a consentir
Pilar Martín, madre de una usuaria
Emiliana León y Pilar Martín, dos madres del centro ocupacional del barrio de La Torre en Valencia, empezaron una pequeña protesta personal en la plaza de Manises de Valencia. Para tratar de llamar la atención del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, mostraron sus pancartas durante días y cuentan que las asesoras del presidente mediaron para que les atendiera la consejera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana. Emiliana y Pilar han explicado que no les satisfizo la conversación con la consejera porque sintieron que ella no llegó a comprender el problema que ellas le planteaban.
"Llevé a la consejera todas mis cuentas. Soy viuda y cobro de pensión 700 euros. El copago de mi hijo son 268,70 euros mensuales. Pagamos 86 euros al centro de la ayuda familiar. A parte, Fermín necesita ir a la piscina por prescripción médica porque tiene problemas en la espalda. Las medicinas que necesita tomar, el taller al que le llevo para intentar que se comunique... todo va a parte. Dejé de llevarle en el autobús del centro porque no podía pagarlo", ha recordado Emiliana este jueves.
"La consejería quiere ponernos en contra de la dirección del centro y eso no lo vamos a consentir", ha sentenciado Pilar. "Si desisto y saco a mi hija del centro sería como darles la razón y decirles que son dueños del bingo. Y de eso nada".
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