viernes, 21 de marzo de 2014

Una ´hija coraje´ logra 100.000 firmas contra las 14 pagas en las residencias


Mª José Benayas, cuya madre de 88 años sufre alzhéimer avanzado, pide revertir la reforma del copago

21.03.2014 | 05:30
Protesta por el decreto de copago.
Protesta por el decreto de copago. 
La madre de María José Benayas Martínez tiene 88 años, sufre alzhéimer avanzado y lleva diez años ingresada en una residencia de ancianos de la Comunitat Valenciana. «Cobra la pensión mínima y hasta ahora la Conselleria [de Bienestar Social] se quedaba con 12 de sus pagas para pagar la residencia», cuenta María José. Ahora, en cambio, la Generalitat cobra 14 mensualidades en las residencias para continuar prestando los servicios a sus usuarios. Van a «robarles dos pagas que les quedaban», según denuncia la hija de la afectada. Ella no se ha quedado en la crítica. A través de la plataforma cibernética Change.org ha impulsado una recogida de firmas virtuales con una gran respuesta de adhesiones. En apenas tres semanas, ayer logró superar las 100.000 firmas de adhesión a la sucinta carta dirigida a la consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez-Zaplana, con el siguiente mensaje: «No se queden con las pagas extra de los pensionistas residentes en residencias valencians».
Parece una acción quijotesca, pero sin duda es la que más movilización ha generado desde que el pasado 1 de enero entró en vigor el polémico decreto de copago 113/2013, de 2 de agosto. Esta medida, entre otras cuestiones, incluía el aumento de 12 a 14 mensualidades de pago por parte de los mayores ingresados en residencias. Cada cuota representa alrededor del 90% de lo que perciben cada mes de sus pensiones. Ya se han presentado más de 5.000 quejas al Síndic de Greuges contra este decreto. La medida, rechazado por más de una veintena de ayuntamientos, está en negociación entre los representantes de los discapacitados y los mayores y la propia Conselleria de Bienestar Social. El Cermi (representante de las diferentes discapacidades), por ejemplo, pide que esas 14 mensualidades antes eran 12 pasen a ser 11.
Pero María José Benayas se ha lanzado a la lucha por su cuenta con un discurso directo. «Con el poco dinero de sus dos pagas extra le comprábamos su ropita y los batidos de proteínas que necesita para comer, y que en la residencia no le incluyen. Pero ahora no vamos a poder hacer ni eso», lamenta. María José advierte: «Hoy le ha tocado mi madre, pero mañana puede ser la tuya», y acusa a la Administración autonómica de quedarse «con las pensiones de todos los ancianos».
Preguntas a la conselleria
A ella le parece una «locura» y plantea una batería de preguntas: «¿Quién les va a pagar la ropa, las cremas que necesiten, los productos que no les cubren? Mis hermanas y yo no tenemos dinero para hacerlo. Y estoy segura de que esto les pasa a muchas otras familias.¿Cómo es posible aprovecharse así de los más débiles, las personas ancianas? ¿Cuánto va a ingresar la conselleria a su costa?», inquiere la hija de la afectada, que se propone alcanzar las 150.000 firmas.

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