El mal llamado copago social (repago) no es sólo una aberración económica que lo es, o una cuestión de ajustes sangrantes con la parte más vulnerable de la sociedad (Dependencia y diversidad funcional) que lo es. Se trata de la mayor agresión y brutalidad que jamás ningún gobierno haya osado emprender. La depuración social y eugenésica del gobierno autonómico del partido impopular les ha llevado con las consabidas coartadas y eufemismos a plantear sin miramientos ni pudor la exclusión social, es decir la negación de sujetos de derecho a las personas con discapacidades varias. Con el pretexto del techo de déficit público y la falta de liquidez financiera, han decidido una solución de tierra quemada, muy lejos de la justicia bíblica y salomónica. Diría aquel cordobés recargado…ande yo caliente…Pues en esas estamos, ríome yo de las buenas palabras de la consellera Asunción Sánchez Zaplana y su alter ego, Pilar Collado cuando juran y perjuran que no son malas personas. Mala persona es despreciar al otro. No contemplarlo en su vasta dimensión y en su riqueza irrepetible. De gentuza es dar respuestas en la aritmética de la mercancía. Nuestras personas dependen de una administración garantista que se crean la Carta Magna y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por citar solo dos documentos fundacionales que debería ser significativos. Nuestras personas han sido invisibilizadas y negadas en su esencia. El repago además es la enésima demostración de intromisión e injerencia de un gobierno extremista y totalitario en la esfera sagrada de la persona. Lo han hecho estentóreamente con una regulación teocrática del cuerpo de la mujer y su derecho al aborto, y lo hacen con unos pagos gravados sobre las exiguas economías familiares de las personas con diversidad funcional. Como escenario de fondo la nueva burbuja inmobiliaria…los servicios sociales. La codicia privatizadora, la cosificación de las personas, la ley del más sátrapa y corrupto. Por estas razones y un millón más desde el colectivo Discapacidad en Marcha exigimos la dimisión de este gobierno inhumano y traidor con su pueblo. Agripa Hervás.
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