martes, 4 de marzo de 2014

Desesperación en el pleno de una madre con un hijo gran dependiente

 
Susana
4 de marzo de 2014
Ayer asistimos a las siete de la tarde al pleno ordinario de marzo. Una de las mociones de más relevancia que formaban parte del orden del día, se dejó sobre la mesa. Se trataba de una moción conjunta que presentamos los grupos municipales PSOE y EU en contra de todos los decretos que recortan y desnaturalizan la ley de ayuda a la autonomía personal y ayuda a la dependencia. Sara Díaz solicitó dejar este punto sobre la mesa, adhiriéndose al parecer de otras administraciones valencianas, tanto autonómica como locales, que empiezan a tomar conciencia del grave error que ha supuesto pretender imponer el copago para la discapacidad, siendo la primera, y esperemos que no la última, la alcaldesa de Valencia, que en un gesto de valentía contra la Consellería de Bienestar Social, ha decidido mantener la gratuidad de sus tres centros ocupacionales y las mensualidades actuales de su único centro de día. Juan Valls, concejal delegado del área de Bienestar Social, no fue capaz de mantener un discurso coherente al respecto.
Susi Villegas acudió ayer al pleno junto a Montse Agulló, las dos con la camiseta naranja. Son miembros activos de la Plataforma en Defensa de la Llei de Depèndencia de L´Alcoia i el Comtat, que tantas reivindicaciones y actividades ha realizado para luchar por los derechos de los dependientes. Susi es madre de un joven gran dependiente. La desesperación y la indignación le hicieron saltar en el pleno de ayer. Sin faltar el respeto a nadie dejó muy claro qué significa tener un hijo con parálisis cerebral, que depende para todo de sus padres, absolutamente para todo, a menudo hasta para respirar. Dejó muy claro que no se pueden dejar sobre la mesa los problemas que afectan a su hijo, que son los representantes políticos de su pueblo los que deben luchar por los derechos de su hijos y todos los dependientes.
El colectivo de la discapacidad siempre ha sido un colectivo muy respetuoso con la sociedad en su conjunto, ya que han agradecido enormemente cualquier paso, por pequeño que fuera, encaminado a mejorar la vida de los dependientes y sus familias.
La ley 39/2006, comúnmente llamada Ley de la Dependencia, fue el paso más importante para reconocerles a las personas dependientes un derecho fundamental: servicios, centros especializados, ayudas económicas, cuidadoras no profesionales del entorno familiar dados de alta en la seguridad social, etc. Todos somos conscientes de que la discapacidad es cosa de todos, de que la sociedad debe realizar el mayor de los esfuerzos para que los dependientes y sus familias tengan la posibilidad de mejorar su calidad de vida. Desde que José Luis Rodríguez Zapatero presentará esta ley en el congreso, la cual fue respaldada por todos los grupos políticos, aquí en la Comunidad Valenciana el gobierno del PP ha boicoteado, pisoteado y prácticamente desnaturalizado la ley hasta el punto de que, a día de hoy es prácticamente una ley distinta a la original. Las esperanzas que esta ley le dio a los familiares de los grandes dependientes especialmente, se han visto truncadas y la decepción y desesperación en muchos casos es enorme.
Las políticas cambian la vida de las personas y los políticos que no están a la altura las destrozan, eliminan o dejan sin efecto, convirtiéndolo todo en negocio, tratando a todos los colectivos como posibles clientes y no como personas muy sensibles que debemos de ayudar entre todos, por que la caprichosa  naturaleza ha querido que tengan mayor dificultad para desarrollar una vida digna.
Susana Hidalgo

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