martes, 19 de mayo de 2015

El TSJA devuelve su nivel de dependencia a una niña de Lena con una enfermedad rara

Bienestar Social había rebajado la clasificación de derechos de la pequeña, que padece síndrome de Wolf-Hirschhorn

16.05.2015 | 05:32
Natalia Graña, madre de la niña, en Pola de Lena.
Natalia Graña, madre de la niña, en Pola de Lena. 
El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha obligado a la Consejería de Bienestar Social de Asturias a que devuelva a Jimena, una niña lenense afectada por el síndrome de Wolf-Hirschhorn, el grado de dependencia que le había sido concedido antes de la crisis económica. La administración regional había reducido la catalogación durante una revisión que tenía como referencia los recortes en materia de protección social que han llevado a cabo desde el Gobierno central. El despacho Abogados Graña llevó el caso. Se trata del lugar en el que trabaja Natalia Graña, madre de la pequeña Jimena.
El síndrome de Wolf-Hirschhorn es una patología que se encuadra entre las conocidas como "enfermedades raras" porque afecta únicamente a uno de cada 50.000 niños que nacen. Produce epilepsia, problemas de movilidad y de habla, así como dolencias respiratorias y de visión, entre otros muchos síntomas. Se sabe aún poco sobre la enfermedad, pero es seguro que se debe a una pérdida de información genética en el cromosoma número cuatro.
"Jimena tenía reconocido un nivel de dependencia grado III, nivel 2, que es el nivel máximo de dependencia", explicó ayer Natalia Graña. Llegaron los recortes y la familia de la pequeña tuvo que someterse a un baile de revisiones, documentación a presentar y nuevos dictados desde la administración. El año pasado, según Graña, en "una revisión de oficio decidieron que su grado de dependencia seguía siendo III pero eliminaron el nivel". "Eso se debía a que la nueva normativa del Gobierno central, donde se rebajó la dependencia, se eliminaron los niveles para los nuevos reconocimientos", destacó Natalia Graña.
Esta rebaja en los reconocimientos acarrea, además de una pérdida en las ayudas en el caso de que se soliciten, también un menor acceso a los servicios y facilidades para mejorar la calidad de vida de las personas con dependencia.
En el caso de la pequeña lenense, destacó Graña, Bienestar Social asumió la revisión de oficio como un reconocimiento nuevo. "En realidad, las circunstancias no habían cambiado y ella debería de seguir como estaba, Grado III nivel 2 de dependencia", explicó la abogada. Intentaron hacer llegar su punto de vista a la Consejería, que rechazó la reclamación.
El siguiente paso fue acudir a la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Asturias. La sentencia anula la resolución del Principado en el que se rebajaba la dependencia de la niña y, además, exige una serie de enmiendas por parte de la administración. Obliga a la Consejería a abonar la prestación, si la hubiera, desde el momento en el que se rebajó el nivel.

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