Por Nando ad Hunter | Dando Guerrilla – sáb, 2 may 2015 16:31 CEST
Las personas con discapacidad física se enfrentan cada día a un montón de retos. Ya es bastante difícil tener que lidiar con un entorno que no siempre está adaptado a las sillas de ruedas, pero si encima el resto de los ciudadanos no colaboramos, la cosa se pone aún peor. Por ejemplo, si aparcamos en su sitio.
Para concienciar a la gente sobre la importancia de respetar las plazas para minusválidos, la ONG rusa Dislife ha llevado a cabo una acción muy original. Los que pretendían usurpar los huecos se han llevado un buen susto, una bronca y la lección bien aprendida.
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La genial idea fue instalar una “trampa” en las plazas reservadas en varios aparcamientos de Moscú. Una cámara vigilaba la plaza y detectaba si llevaba la pegatina reglamentaria para poder aparcar en ella. Si no era así, ¡sorpresa! En medio del hueco se proyectaba un holograma a tamaño real de una persona en silla de ruedas que le gritaba: “¡Para!”
Cuando los conductores salían del coche, estupefactos, el holograma seguía hablando y les increpaba:“¿De qué te sorprendes? Esto es una plaza para minusválidos. Sí, soy real. No soy solo una señal en el suelo. Por favor, busca otro sitio donde aparcar”.
Más allá de lo poderoso del mensaje, que es claro y contundente, las reacciones de los infractores son bastante divertidas. Algunos se llevaron tal susto que salieron pitando, a otros se les ve avergonzados y no faltó quien se puso a hacer fotos de la surrealista situación.
La campaña es obra de la agencia Y&R y está dando bastante que hablar por su originalidad. Y es que el hombre del holograma, con voz firme y cara de pocos amigos, se aleja bastante del estilo ONG de dar penita. Más bien parece que te va a dar un merecido capón… Seguro que los incautos que se encontraron con él se lo pensarán dos veces antes de volver a aparcar donde no deben.
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