miércoles, 6 de marzo de 2013

Madre prestada de un niño con sindrome de down


Tal como mencioné en mi artículo de la semana pasada, soy la orgullosa madrastra de dos niños que han traído más amor a mi vida. Aunque la relación con ellos, es muy buena, no puedo negar que ha sido todo un reto personal y emocional. La adaptación a esta nueva vida, me ha enseñado mucho y me ha hecho ver las cosas de otra manera.
Entre los cambios experimentados está el tener que adaptarme  a las necesidades de uno de los miembros de mi nueva familia.
El niño más pequeño de mi esposo, nació conSíndrome de Down y aunque lo tratamos lo más naturalmente posible, no podemos olvidar su condición y dejar de hacer ajustes en la manera de educarlo y tratarlo, siempre con mucha paciencia y amor.
Para hacer la tarea de ayudar en la educación de esta personita literalmente “especial” más fácil, he puesto en práctica mi propia guía de supervivencia que me ha ayudado a salir airosa.
  • Agotarlo de manera divertida: El pequeño de la casa es un niño sumamente activo, por lo que la mejor manera de mermar sus energías es bailando, lo que a su vez lo hace feliz y ayuda a ejercitar su sistema motriz.
  • Identificar sus actividades favoritas y practicarlas: La playa y el parque son sus lugares predilectos, aquí podemos pasar largas horas empujando el columpio o mojando nuestros pies a la orilla del mar, sin tener que repetir su nombre a razón de 25 veces por minuto. Él lo disfruta y nosotros descansamos.
  • Poner reglas: Al igual que cualquier niño, Taz (apodo que le he puesto por lo mucho que se mueve) necesita reglas, entre ellas están el premiarlo por sus logros y castigarlo por sus malas acciones. Por ejemplo; Cada vez que hace algo bueno, se le aplaude, se le da un beso o algo que lo motive, pero cuando le surge la gran idea de regar la leche por toda la casa, entonces le toca quedarse veinte minutos sentado sin derecho a levantarse. (Esto es más que suficiente para el por que adora su libertad)
  • Dar instrucciones: Frases como: “lleva esto a la basura”, “busca tus zapatos” y “siéntate a la mesa” son muy efectivas y deben ser siempre cortas y precisas para no confundirlo.
  • Asignar pequeñas tareas: Tratamos de inculcarle responsabilidad, asignándole tareas fáciles de cumplir, por ejemplo; poner la ropa en la lavadora o en el cesto, arreglar la cama(Necesita mucha práctica, pero lo intenta), recoger los juguetes.
  • Enseñarlo a ser independiente: Dejar que se vista y coma solo, que se siente a la mesa con el resto de la familia, son actividades que aunque las haga incorrectamente hay que celebrárselas para motivarlo a que las siga haciendo, hasta que llegue al punto donde no necesite supervisión.
  • Jugar, jugar, jugar: El compartir con estos niños y dedicarles tiempo puede hacer una gran diferencia en su desarrollo por que los hace más receptivos y atentos, al mismo tiempo que se crea un acercamiento que se traducirá en besos y abrazos en momentos inesperados.
  • No subestimarlo: ¡Esta es la regla de oro! Los niños con Síndrome de Down, aprenden de manera diferente, pero su sabiduría y entendimiento van mucho más allá de lo que nuestra mente pueda llegar a  imaginar.
Este niño que apenas habla me ha enseñado la importancia de la perseverancia y la paciencia, ha logrado cambios en mi que nunca nadie habia podido y que solo el amor , la ternura y el corazón limpio y puro de un ser inocente pueden lograr.

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