Para aquellas personas que deben vivir sobre una silla de ruedas, visitar Donostia es ahora un poco más fácil. En la recién inaugurada habitación Travolta, del Hotel Astoria 7, ya no hay necesidad de preocuparse por bajar las persianas antes de tumbarse en la cama. No hay que llamar a recepción para salir de la estancia porque la puerta pesa demasiado. Ni tener miedo por mojar todo el baño durante la ducha. “Seas como seas y estés donde estés siempre vas a poder” realizar por ti mismo estas acciones, explicó ayer Jabi Odriozola, director de Adom Autonomía, la empresa que ha instalado el sistema domótico en dicha habitación.
Oskar Sánchez, postrado en su silla, ha tenido la oportunidad de probar esta suite en la que se han invertido 20.000 euros. “Es la mejor habitación en la que he estado. Me ha sorprendido mucho porque lo normal es que haya accesibilidad para el baño, pero poco más”, apuntó ayer en la presentación. Pero no es el único que tiene esta opinión. El bloguero inglés especializado en turismo accesible, Martyn Sibley, fue invitado al hotel y antepuso esta habitación a todas las que ha probado en ciudades norteamericanas, australianas y europeas.
Lo que tiene de especial es la grúa que lleva al usuario desde la cama hasta el inodoro y la ducha, a través de sus 6 metros de rail. Soporta hasta 200 kilos de carga y se maneja mediante diferentes dispositivos, según el nivel de disfunción del cliente. Así, este sistema domótico puede hacer a algunos de los usuarios, como Sánchez, “autónomos”, explicó Odriozola. Y facilita también la asistencia de los más dependientes.
Las prestaciones se centralizan y manejan mediante una tablet, para los más informatizados; con un mando de botones al uso, por si no se está familiarizado con lo electrónico; y hasta con un pequeño aparato que se coloca en cualquier parte del cuerpo para aquellas personas que tienen dificultades o no pueden mover las manos. Con un leve toque de cabeza, el huésped puede abrir la puerta de entrada, encender y apagar las luces, poner la televisión y bajar las persianas, o la posición de la cama.
El baño también está diseñado para aportar la mayor comodidad al usuario. Por ejemplo, con una discreta canaleta que recoge el agua del suelo en la zona del inodoro. “No hay obstáculos, aquí todo es accesible, te puedes manejar solo e ir al baño o a la cama cuando te apetece”, destacó Sánchez.
Denis Itxaso, diputado de Cultura y Turismo; Begoña Palos, concejala de Turismo del Ayuntamiento donostiarra; Coro Odriozola, gerente del Grupo Sade al que pertenece el hotel; y Asier Landa, director de Bask For All, halagaron ayer la iniciativa de querer superar la normativa de accesibilidad para crear la mejor habitación posible y poner en valor el turismo accesible en la ciudad. De hecho, la suite Travolta no es la única adaptada. Este hotel también ha transformado dos habitaciones más, aunque no con tanta exclusividad. No obstante, tienen la preinstalación de la grúa por si la demanda lo requiere.
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