Eugenio Beades, de 18 años y oriundo de Embalse, compite en cuatriciclos en el certamen NCC de Enduro cordobés. Un ejemplo de superación.
Por Hernán Laurino
Hoy es 2 de septiembre del 2014, en Embalse, Córdoba. Eugenio Beades, un adolescente de 18 años, sabe que su cumpleaños, su día especial, se termina. Ya recibió todos los regalos, ya comió una rica torta que preparó su mamá Mirta y ya llegaron todos los familiares. Pero algo falta.
En ese instante, Pablo, uno de sus cinco hermanos, le pide que salga afuera. Y Euge, internamente, sabe que cuando abra la puerta de su casa y se asome a la vereda, su vida (que nunca supo de frenos ni de diferencias) se acelerará un poquito más.
Entonces, Euge, de remera roja y bermuda, sale a la calle y ve su regalo. El que más esperaba, desde hace años. Y se tapa los ojos. “No te gusta, lo devolvemos, eh”, lo chicanea uno de sus hermanos.
Euge camina despacio, sin creerlo. “Subite, probálo”, le piden, mientras le cantan el cumple feliz. Ese 2 de septiembre del 2014 empezó esta aventura para Euge. Arriba de su cuatriciclo Zanella 110. Una aventura que después de mucho esperar lo puso en pista.
Hace apenas unos días, participó de la 4ª fecha del certamen NCC de Enduro cordobés. Carrera que se disputó en Almafuerte. Y con sus familiares y amigos mirándolo y cuidándolo en diferentes puntos del circuito, hizo lagrimear a todos. Dando una muestra de lucha y perseverancia tras un sueño.
Eugenio es el menor de seis hermanos en la familia Beades, que conduce su papá Jorge y su mamá Mirta. Sus hermanos Leandro, Pablo, Alejandro, Gastón y Rodrigo mamaron el fanatismo por las motos y marcaron un camino familiar que Euge no pudo esquivar.
Por eso fue inevitable que se subiera a su cuatri, el mismo que le regalaron en su cumple y participara de una competencia oficial como uno más, en un hecho inédito en Córdoba. Así lo cuentan los propios organizadores.
“A mi marido le gustaban muchos los autos, los motores. Los chicos se han criado en esto. A mi hijo más grande se le ocurrió comprarse una moto y se enloquecieron todos. Ya el otro quiso, y el otro, y el otro. Ahí empezaron. Y como se llevan poquitos años unos con otros, fue una cadena. Eugenio también se sumó. Siempre desde chiquito se lo llevó al rally. Las primeras veces iba conmigo, se asustaba un poco con el ruido. Con 4, 5 años ya iba con el padre y los hermanos, siempre metido con las motos. Lo mamó de siempre. Y nunca se hizo una diferencia”, cuenta su mamá Mirta, que no puede olvidar aquel cumple de Euge, cuando llegó su regalo más preciado.
“El año pasado le regalamos el cuatri. Tengo un hijo en Santa Fe y él lo traía. Se lo dimos cuando estaban todos. Fue una cosa muy emocionante, él lo esperaba. Siempre decía que lo quería, pero parecía que no iba a llegar nunca. Mis hijos le han enseñado desde siempre, ya antes que tuviera su propio cuatri. Ellos lo cuidan mucho. Sé que los hermanos no lo van a meter en algo que pueda traerle algún tipo de peligro”.
Euge transita su día a día con una alegría que contagia. Cursa el sexto año en el colegio Esquiú de Villa del Dique, una escuela semi privada orientada hacia el turismo y la administración.
“La secundaria la termina este año. Está con toda la emoción de su fiesta de egresados. Él tiene su adecuación, claro. Hay materias que no hace. Este año está medio flojito. El problemita es que se le está terminando la escuela y eso en ellos es difícil. Acá lo hablamos mucho, le explicamos. Hasta ahora no se ha llevado materias a rendir. Él empieza a sentir que se termina una etapa”.
Euge hace una vida “muy normal” como cuentan de su propio entorno. Y, claro, en las carreras es conocido por todos, por estar siempre dispuesto a dar una mano y disfrutar de las motos.
“Él se prende en todo, todo... Es alegre, nunca lo vas a ver chinchudo. Ni se va a enojar por nada. Es predispuesto para ayudar, le gusta muchísimo la música, bailar. Ahora los hermanos lo están empezando a llevar a los boliches. Los chicos del pueblo me dicen ‘es una masa como baila’. No tiene drama, tiene la cara como piedra jajaja”, se ríe Mirta.
Tras su debut oficial en su cuatri espera con ansias la próxima fecha, que será más que especial, ya que será local. El 18 y 19 de julio el NCC de Enduro Cordobés se correrá en Embalse. Y la familia ya lo palpita con ansiedad.
“Yo tengo un poco de miedo, como tengo con mis otros hijos. Mi marido dice que todavía no está muy preparado, que le falta. Pero lo hablamos en familia y se tomó la decisión. Mis hijos hablaron con los organizadores para ver qué les parecía, sin que supiera Eugenio. Ellos aprobaron la decisión y para ellos eran algo lindo porque Euge es parte de la familia de las motos. Para Euge fue una gran alegría”.
Euge acelera y es feliz sobre su cuatri. No tiene nada que demostrar. Porque nada lo frena. Ni lo frenará
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