viernes, 10 de julio de 2015

El restaurante de la integración abre en Gandia


La Fundación Espurna de Gandia abre un local en la playa atendido por empleados con discapacidad intelectual

10.07.2015 | 04:15
El restaurante de la integración abre en Gandia
El restaurante de la integración abre en Gandia
Impolutos manteles blancos adornan las mesas a las que rodean cuatro sillas de caña, copas perfectamente alineadas y listas para ser servidas a los clientes, música de fondo, trajín de personas que entran, salen, suben y bajan mientras unos friegan y otros preparan la comida en la cocina. Ese podría ser el aspecto de cualquier restaurante a punto de celebrar su inauguración.
Pero el Boga es especial. Ubicado en el mismo local que durante años acogió el mítico Gamba de la playa de Gandia, no es un restaurante más. La gran mayoría de los trabajadores tienen discapacidad intelectual. Es el nuevo proyecto que anoche puso en marcha la Fundación Espurna y que pretende seguir con el trabajo que esta entidad lleva a cabo desde 1997, el de lograr la integración social mediante el empleo.
La plantilla está formada por diez personas. Ocho de ellos son usuarios de Espurna. Los dos que no tienen discapacidad son el jefe de cocina y el de sala, que serán quienes guien a sus compañeros en esta «locura», como lo llama Charo García, directora de la Fundación Espurna. «Están encantados porque, además de ser profesionales, son personas con vocación de ayuda a los demás».
El Boga, que debe su nombre a una planta del marjal, situado a espaldas del local, supone un paso más para Espurna. «Tenemos 70 trabajadores en el taller de empleo y nos hemos encontrado ahora mismo que vamos desde Ondara a Beniparrell a buscar trabajo porque la comaca se ha desindustrializado. En la Saf0r hay hostelería y por eso nos hemos decidido por este negocio», explicó García.
Para poder conformar la plantilla, los responsables de la fundación han tenido que hacer una selección. «Todos querían trabajar aquí», señalaba la directora ayer en una de las mesas del establecimiento. Se han decantado por usuarios que han participado en cursos de formación en hostelería organizados por la propia entidad. Aunque todos pertenecen a Espurna, «estamos abiertos a, si algún día ampliamos plantilla, contratar a personas de fuera». Siempre con el porcentaje del 80 % de trabajadores con discapacidad y el 20 % sin ella. «Detectamos que nuestros usuarios no encontraban salida en hostelería porque este es un mundo que demanda rapidez por eso queremos que el Boga se convierta en un trampolín para que salgan al mercado laboral ordinario».

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