Un vecino de Jaén, Ramón Marcos Contreras, que trabaja actualmente como guardia civil en Calzada de Calatrava (Ciudad Real), ha culminado el reto que se marcó en la pasada primavera de subir "corriendo" doce cumbres "emblemáticas" localizadas en Andalucía oriental y la citada provincia manchega para difundir mensajes sobre el autismo que ayuden a sensibilizar sobre el trastorno que padece su único hijo, nacido en diciembre de 2010.
Ramón Contreras ha explicado a Europa Press que culminó esta campaña el pasado día 18, cuando subió al pico más alto de la Península Ibérica, el Mulhacén (Granada), donde depositó una caja pequeña con los doce mensajes que había ido enterrando en las otras tantas cumbres a las que había ascendido desde el mes de abril, así como una camiseta elaborada con ocasión de esta actividad.
En concreto, desde el día 19 de dicho mes y hasta el pasado día 6, Contreras se ha asomado a los picos Almadén, Atalaya, Tetica de Bacares, La Pandera, Chullo, Aznaitín, Calar de Santa Bárbara, La Maroma, Mágina, Calar Alto, Veleta y Jabalcuz, ubicados en las provincias andaluzas de Granada, Jaén, Málaga y Almería, y en Ciudad Real, todo ello en compañía de su perro de raza cocker, "perfectamente preparado para el reto", y un compañero del Club Atletismo LPP Sport Jaén -del que forma parte-, Alberto Pardillo.
Mensajes sobre el autismo
Los mensajes que ha ido depositando en el transcurso de su iniciativa resumían síntomas del trastorno del autismo para que la población los conozca y pueda detectar de forma precoz la presencia de dicha patología en menores de dos años de su entorno, y que así éstos puedan comenzar un tratamiento lo antes posible, desde la sospecha de que la población cuenta con pocos conocimientos sobre el autismo, aunque "todo el mundo sabe que existe".
A tenor de los mensajes que ha ido repartiendo Ramón Contreras para dar a conocer esta patología, un niño puede padecer autismo si "parece sordo algunas veces y casi nunca atiende cuando se le llama por su nombre", así como si "no señala para mostrar o compartir su interés, no ha desarrollado el lenguaje oral o solía usar unas pocas palabras, pero ya no las dice".
Piensa repetir
El impulsor de esta iniciativa ha explicado que la longitud aproximada de cada etapa era de "unos 24 ó 25 kilómetros" únicamente de carrera, de forma que la duración final venía a ser de unas tres horas, entre el tiempo empleado en la subida -aproximadamente hora y media-, el de hacerse la foto en la cumbre y luego el necesario para completar el camino de regreso.
Al igual que le ocurrió el pasado año, cuando el buen resultado de la subida a once cumbres le animó a repetir el reto, Ramón Contreras ya está dispuesto a volver a vivir una experiencia similar el próximo año, porque de la que acaba de terminar se muestra tan satisfecho que la califica con "un diez", ya que ha concluido con el "objetivo cumplido" de "sensibilizar" a la población.
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