Cenare da terapia recreativa a quienes perdieron alguna parte del cuerpo
Necesitan construir un gimnasio para el programa, pero aún faltan ¢20 millones
No es fácil aceptar las consecuencias de haber perdido alguna parte del cuerpo en un accidente o quedar paralizado. Si a esto se le agrega la dificultad física para jugar con los hijos, la situación se complica y puede desencadenar una depresión profunda.
El Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare) notó que eso le pasaba a muchos de sus pacientes, en especial a aquellos que sufrían lesiones medulares y quedaban confinados a una silla de ruedas.
Desde hace cinco años, el Cenare abrió un plan de terapia recreativa para volver a poner a los padres y a las madres con alguna discapacidad, en conexión con sus hijos.
“Sí, están en una silla, pero tienen su brazos buenos y pueden ser creativos para desarrollar juegos con sus hijos. El quedar con alguna discapacidad no tiene por qué cortar esa parte de la relación entre padres e hijos”, dijo el terapeuta físico Esteban Fatjó Araya.
El terapeuta se refiere al duelo natural que cualquier persona afronta cuando pierde alguna de sus capacidades físicas.
“Depende de ellos cuán fácil o difícil salen de ese duelo y de la fase de negación. Nosotros, aquí, les damos métodos para guiarlos hacia las mejores actitudes”, agregó.
En proceso. La idea es buena y la necesidad es mucha. Las lesiones medulares que dejan a las personas tetrapléjicas (paralizadas de la cintura hacia abajo) son de las más comunes en ese hospital de la Caja Costarricense de Seguro Social.
En el programa de terapia recreativa participan, en promedio, diez pacientes hospitalizados con algún tipo de lesión, especialmente medular.
Las sesiones se dan todos los miércoles, de 9 a. m. a 11 a. m., fuera del salón de hospital, en un entorno rodeado de jardines.
“Las que desarrollamos son actividades recreativas y deportes adaptados a su condición. Se les enseña a controlar su cuerpo para que, un día, cuando salgan de aquí, puedan ir a una cancha y jugar básquet con sus hijos”, explicó Fatjó.
En este momento, el Cenare tiene un plan: construir un gimnasio al aire libre para los pacientes que reciben esta terapia.
Hace un mes, la Junta de Protección Social de San José (JPS) donó ¢50 millones, que serán utilizados en la construcción del gimnasio.
La Asociación Pro Centro Nacional de Rehabilitación Doctor Humberto Araya Rojas, que colabora con las necesidades del Cenare, está en proceso de cumplir con los trámites para hacer efectiva esa donación.
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