martes, 25 de agosto de 2015

Cayita lo ha clavado. Creo que la mayoria de padres madres con hijos con alguna discapacidad piensen asi.


Tengo una hija con parálisis cerebral, lo que la hace una persona diferente, no un ángel, ni una niña especial, ni una niña con problemas, ni mucho menos una niña enfermita. Soy su mama y como las demás madres del mundo, la disfruto cada día y lucho por que tenga lo mejor, pero no soy guerrera, ni madre especial, ni una berraca para admirar. Estos calificativos de alguna forma nos excluyen, no permiten que los niños con discapacidad sean vistos como niños que son, se reconozcan sus potencialidades y se les respete en sus derechos. Si piensas que son Ángeles, detrás de esto esta que no son reales, que no sienten, ni piensan. Resulta que si, que sienten y piensan y que nosotras como madres también disfrutamos de comprarles juguetes inútiles, de peinarlas como princesas, de tomarnos fotos de cada instante que vivimos. 
Cuando te acerques a una madre o un padre con un hijo o hija con discapacidad recuerda que no estas obligado a decir nada, tal vez lo único que esperamos es ser tratados como otro familia mas: visibles y participes de la sociedad (inclusión) y lejanos de producir pesar.

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