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SEGÚN EL ESTUDIO 'EL IMPACTO EMOCIONAL DE LA AYUDA TÉCNICA'
25/09/2013 11:03:40 Falta de autonomía, frustración, desconfianza y hasta aislamiento social. Las dificultades reales para acceder a prótesis y ayudas técnicas personalizadas son un grave problema al que se enfrentan las personas con discapacidad que precisan de estos productos para el desarrollo de su vida diaria.
Así se desprende del estudio “El impacto emocional de la ayuda técnica”, realizado por la Asociación de Usuarios de Prótesis y Ayudas Técnicas (AUPA), la Federación Española de Ortesistas y Protesistas (FEDOP) y el Instituto de Investigación Social y de Mercado Core Research, como desarrollo de su política de RSE.
El coste económico y el desconocimiento inicial de los usuarios, sobre todo en los casos de discapacidad sobrevenida, conllevan a la adquisición de prótesis y ayudas técnicas inadecuadas a las necesidades reales.
Según los autores del estudio, el problema más grave es el acceso a estos productos, debido fundamentalmente a su coste económico. Denuncian que el catálogo ortoprotésico de la Seguridad Social es limitado y, además, el usuario debe hacerse cargo de una parte sustancial del coste de la ayuda técnica elegida.
Ese mismo problema se ha detectado, según el informe, en el caso de las personas con discapacidad que tienen cubiertas estas prestaciones a través de mutuas y aseguradoras. “Estas compañías”, subraya el estudio, “no informan a los usuarios de las novedades” para evitar asumir el coste de prótesis y ayudas técnicas más sofisticadas y adecuadas a las necesidades de sus asegurados.
Por tanto, se prioriza el precio antes que la funcionalidad y eficacia de las prótesis y ayudas técnicas. El ahorro económico inicial que supone no facilitar una ayuda técnica óptima repercute en un deterioro emocional y físico para el usuario y en un mayor coste futuro para la sociedad y el sistema sanitario (lesiones secundarias al uso de una prótesis no óptima, bajas laborales, no reinserción o incorporación al mundo laboral, depresión…).
Los autores del informe demandan medidas que garanticen a las personas con discapacidad el acceso a las ayudas técnicas óptimas, que no siempre son las más costosas, sino las que mejor se adaptan al estilo de vida y necesidades reales.
Asimismo, piden que las administraciones y compañías aseguradoras no valoren la adquisición de ayudas técnicas como un gasto, sino como una inversión a medio plazo que revierte en la calidad de vida de las personas con discapacidad y, por tanto, genera un ahorro considerable.
“Se reducen las bajas laborales y se facilita la reinserción o la incorporación laboral. Y lo más importante, aunque no se pueda cuantificar económicamente, ayuda a recuperar a una persona plenamente”, añade el informe.
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