viernes, 2 de septiembre de 2016

PODEMOS se encara a la ONCE acusándole de anteponer la rentabilidad económica a la labor de integración social


Ya no sólo es el sindicato Comisiones Obreras los que gritan y se manifIestan ante el atropello de la ONCE que disfraza la extensión de sus garras comerciales en aras del cuidado e integración de los ciegos. También ahora, el grupo parlamentario de Podemos en la Junta General acusa a la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) de tomar en los últimos años una deriva en la que el logro de la rentabilidad económica "pura y dura se antepone a todo lo demás", incluida la labor de integración social de personas invidentes y discapacitadas. Hay que recordar que en junio pasado, en la Asamblea de Madrid, el grupo parlamentario de la misma formación vio cómo se rechazaba la Proposición No de Ley que instaba al Gobierno de Cifuentes a la reversión del contrato con las escandalosas Lavanderías que controla la Fundación. (VER DOCUMENTO)
Publicamos para todos los lectores de InfoPlay el Comunicado remitido por Podemos: 
JACQUELINE MECINAS | MADRID
La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) está tomando en los últimos años una deriva en la que el logro de la rentabilidad económica pura y dura se antepone a todo lo demás, incluida la labor de integración social de personas invidentes y discapacitadas. La ONCE emplea a 19.000 personas que venden el cupón diario en calles y plazas, 2.000 menos que hace cinco años, de las cuales 540 trabajan en Asturies, donde en ese mismo período se perdieron más de 200 puestos. El beneficio de explotación de esta organización en 2015 fue de 201 millones de euros. Este beneficio viene de las ventas directas por parte de esas 19.000 personas encargadas de la venta del cupón y los productos de la ONCE.

La contratación de este personal le sale prácticamente gratis a la ONCE, puesto que en base a la cobertura pública para la integración de personas discapacitadas en el mundo laboral accede a subvenciones y bonificaciones del Estado. Aún así, la política de personal de la ONCE en los últimos años pasa por la reducción drástica de puestos de venta directa, mientras la dirección busca acuerdos con grandes compañías que permita la venta del cupón en superficies comerciales, lo que supondría una competencia inasumible para quienes venden cupones en la calle.

La situación empieza a ser crítica para muchas y muchos vendedores, que empiezan a verse fuera del mercado de trabajo por decisiones directas de las delegaciones territoriales, como ocurre ahora en Asturies con cuatro personas afiliadas (y que, como tales, tienen preferencia para ser contratadas como vendedores) a las que se ha dado de baja sin opción de vuelta al trabajo pese a que en sus zonas hay una clara demanda. A eso hay que añadir que la presión sobre vendedores y puestos de calle por parte de la dirección y los elevados mínimos de venta que se exigen amenazan la viabilidad de muchos de los puestos de trabajo.

Desde Podemos Asturies respetamos el objetivo de la ONCE de mantenerse como empresa con beneficios, pero discrepamos de que se haga a costa de sacrificar su función y principios originales, que pasan por facilitar la integración laboral y social de personas discapacitadas.

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