lunes, 15 de junio de 2015

Dependencia, igual a vergüenza


04.06.2015 | 04:15

El pasado 2 de abril, recibí Resolución de Bienestar Social que reduce un 40 % la prestación económica que se le comunicó a mi madre en el reconocimiento de su situación de dependencia desde el 26 de abril de 2012 y aún pendiente de ser abonada. También le indican que le irán pagando la cantidad que le adeudan a lo largo de los próximos cuatro años, por supuesto sin intereses de demora.
Mientras tanto, deben pensar que mi madre, como otras personas en su misma situación, no va a necesitar pañales, medicamentos, alimentación adecuada, productos de aseo, gafas, dentadura postiza, audífono, cama ergonómica, silla de ruedas y cuidadora en los casos en los que yo deba ausentarme del domicilio, dado que sus circunstancias de salud no le permiten estar sola. ¿O es que se han planteado que a lo largo de este tiempo muchos de nuestros mayores desgraciadamente ya no estarán entre nosotros, y por lo tanto será dinero que se habrán ahorrado?
Como en el servicio de atención telefónica no me solucionan nada, acudo a los Servicios Centrales para hablar con algún responsable. Allí se me comunica que no hay nadie que pueda hacerlo. Ante mi insistencia, y después de una hora, una funcionaria me facilita un teléfono de cita previa en el cual me informan que la próxima fecha disponible es para el 7 de julio.
Voy a solicitar a dicha consellería que se ponga en contacto con la de Hacienda y con el Ayuntamiento, informándoles de que si esta situación no se subsana, mi madre y yo aplazaremos el pago de nuestros impuestos por cuatro años y sin ningún tipo de interés de demora. Esta acción es debida a la imposibilidad de conseguir ningún préstamo sin intereses que pueda cubrir los gastos que he ido teniendo desde el 10 de junio de 2011, fecha en la que se solicitó la situación de dependencia de mi madre. M.ª Rosario Villagrasa. Valencia.

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