domingo, 19 de febrero de 2017

SIN TI NO SOMOS NADA


Cuando te quedas embarazada, después de mucho tiempo de esperarlo, todo se vuelve alegría, esperanza, buena noticia para darle a la familia, después de un embarazo estupendo, nunca se te pasa por la cabeza que algo va a ir mal,  que todo lo que en el embarazo has imaginado, que todo lo que piensas que va a ser convertirte en padres primerizos, nunca llegara a pasarte, porque un medico, no sepa hacer su trabajo y tenga un fallo, un fallo que siempre estará presente en mi familia día a día.
Cuando por fin viniste al mundo, nuestra vida dio un giro enorme, de caerse el alma cuando te veíamos en la UCI llena de cables, agujas, aparatos y sobre todo, el verte y el no poderte coger, acariciarte, besarte como la mayoría de las mamas y papas hacen al tener a su bebe,  cuando te llevamos a casa y no disfrutamos de ti como deberíamos, como el de resto de los mamas y papas hacen, sino con la preocupación de pensar en que secuelas quedaría, el de estar pendiente ya de revisiones medicas de no poder disfrutar de como tú te merecías, y como no, aquellas palabras del pediatra de guardia llegaron aparecer, a los 4 meses fueron apareciendo los signos de que algo iba mal, ya empezó nuestro peregrinaje de medico en medico de empezar a sedarte para hacerte las pruebas, que en palabras del neuropediatra sonaba todavía mas dura; su hija tiene PARALISIS CEREBRAL, y puede que no ande, puede que no hable, puede que no entiendan puede que no.., ese día y esas palabras quedara para toda la vida grabada en nuestra cabeza y en nuestro corazón, hoy en día después de nueve años la revivo cada día al acostarme y al levantarme, y piensas si todo iba bien, si fue un fallo medico; y toda tu vida se te viene abajo.
Después de ese día, solo te queda dos cosas, decir esto no va a poder con nosotros, o hundirte y darle vueltas a la cabeza y no dejar de preguntarte y repetirte; por qué nosotros, que habríamos echo nosotros para que nos pase esto. No voy a negar de que varios meses estuvimos en la segunda opción, pero dices, esto no va a poder conmigo hay que sacar a esta niña como sea, tenemos que unirnos más que nunca y seguir hacia adelante, de que uno siempre tiene que ir levantado al otro para que esta niña tan deseada un día haga todo lo que aquel neuro digo que puede que no hiciera. Y luego viene otro problema el cómo se lo dices  a la familia, sobre todo a sus abuelos, si yo ni siquiera sé lo que va a pasar, ni las limitaciones que tendrán, como se lo digo a los demás, que no van a ser como sus demás nietos o sobrinos,  y empieza el ir y venir de médicos, de tratamientos de no tener tiempo  ni para hablar con nadie, ni amigas ni salidas, sino el estar esperando en salas de hospitales, de fisios, de no luchar tan solo por tu hija sino de luchar contra una sociedad discriminatoria, contra administraciones que te marean, de las que no encuentras ayuda y si quieres que tu hija reciba tratamiento se lo tiene que pagar tu para que tenga una mayor calidad de vida, de luchar también con otros papas y mamas que en el parque te miran raro y no dejan que sus niños se acerque por miedo a que se le peguen.
Te vuelves fisio, logopeda, psicóloga, y a la vez madre, para que tu pequeña en los primeros años de vida logre aquello que un niño de su edad ha logrado hace tiempo.
Y todo aquello que se debería haber disfrutado con tu bebe,  no se ha logrado, eso se ha vuelto secundario, se ha convertido en; hoy mete el dedo más,  en que ha babeado más, en que hoy tampoco ha hablado ni se ha puesto de pie, en que hoy tenemos médico o una prueba en que hay que ingresarla.
Y como no la relación de pareja se vuelve también secundaria porque lo principal es la niña, es lo principal y a la vez es la que te da fuerzas para seguir con más fuerza que nunca, porque sin el apoyo entre los padres todo se vuelve más cuesta arriba.
Va pasando los años y poco a poco vamos consiguiendo muchos avances, por fin, aunque con dificultad anda, con dificultad va hablando, todo gracias a ella, a su gran fuerza de voluntad a ser una eterna luchadora; a la que a pesar de todo, no le da miedo entrar a la consulta del médico, a la que entra al quirófano con una sonrisa y sale sin quejarse de nada, para nosotros un ejemplo a seguir,  una heroina a la que la vida le ha ido poniendo muchos obstáculos y a los cuales ella, se va enfrentado y va derribando con su sonrisa, con su superación, con su lucha,  de demostrarse y demostrar a  los demás de que ella no es menos que nadie, de su lucha interna, por demostrar a los que le mira mal o a los que le dice tú no puedes hacer esto. ELLA PUEDE CON TODO.
Aunque para unos padres no es fácil de explicarle que ella es igual que los demás, porque la sociedad se encarga de hacerle ver que eso no es verdad, que primero debemos de educar a la sociedad,  para hacerle ver que si ella no se pone obstáculos no se lo pongamos los demás, que es una persona como los demás, con limitaciones pero una niña que siente como el resto de los demás y de la que se da cuenta de las cosas de su alrededor, eso es lo peor que llevamos hacerle ver que es igual que los demás, pero es imposible hacérselo ver cuando los demás se encargan de hacerte  ver lo contrario.
Pasan los años y vas teniendo más problemas, empieza el cole, como le ira, se integrará, que cole estará adaptado, como la vera los demás niños, como se adaptara ella, y ves que toda tu vida vas a tener que estar rompiendo barreras y que no puedes decaer en tu lucha diaria, pero luego ves que tus preocupaciones es cosas de adultos que los niños se lo toman y se adaptan mejor que lo que tú te esperas, pero también conforme van creciendo te das cuenta de que los niños también puede ser muy crueles y tiene que estar preparadas para las preguntas que tu ni siquiera tienes repuesta: Mama, ¿Por qué naci así? ¿Porque mis amigas corren y yo no? ¿Porque mi mano esta tonta y no me hace caso? ¿Por qué tengo que ir a tratamientos y no tengo tiempo para jugar? Entonces haces de tripa corazón y te conviertes en la mama psicóloga y le intentas explicar lo inexplicable, y le dices tú eres  una campeona,  que puede con todo y te responde vale pero yo quiero ser como mis amigas y le dices tú eres igual que tus amigas pero tienes una mano y un pie especial que no todas las niñas tienen, tu eres única, eres especial y además una campeona porque haces más cosas que tus amigas y encima te da tiempo hacer los deberes; menos mal que nos encontramos en el cole con profesionales que le gusta su trabajo y que ayuda tanto a la niña como a nosotros a saber afrontar las situaciones que la vida te va dando.
Aunque estos nueve años de miedos, de hospitales, de papeles de no saber lo que pasara, aunque se pasa muy mal y abandonas toda tu vida por ella, no la cambiaría por haber tenido una vida más tranquila sin ella porque, es la que nos da fuerza para seguir, la que con su sonrisa nos transformas el día, la que con su ejemplo de superación y fuerza me da una lección cada día; no sé si existirá otra vida después de esta, pero si existiera no cambiaria ni un solo segundo, desde que mi superheroina nació por muchos malos ratos que nos hayamos llevado, porque sin ella nosotros NO SOMOS NADA.
Ella nos da más de lo que nosotros en toda la vida le podremos dar.
Y a la espera, de que la vida nos vaya poniendo más pruebas, temiéndole a la etapa que se nos aproxima, la temida adolescencia, que la iremos afrontando  porque ella  no se pone limitaciones y la primera que busca soluciones a las situaciones que se le va presentando.
Desde aquí quiero dar mucho ánimos a los padres que se está afrentando a esta misma situación, decirle que vaya los dos al unísono que no se venga abajo y que si lo hace piense que hay que tirar para adelante, por ellos porque se lo merecen todo y que no lo eduquen con miedo, el niño tiene que jugar, tiene que caerse, tienen que ser lo que son niños.
Familia Ortega Rodríguez.

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