domingo, 19 de febrero de 2017

Racismo duro y puro.



Ayer sábado, disfrutábamos del sol en un paseo por el Serrallo con los chicos y chicas del centro de parálisis cerebral. A las 12.30 horas decidimos tomarnos algo. Escogimos el restaurante Varadero. Cual fue nuestra sorpresa, cuando estábamos empezando a acomodarnos y salió uno de los camareros y nos dijo de una manera brusca, que el restaurante estaba cerrado. El remate llega, cuando observamos que hay una mesa ocupada por una señora tomando café y otra por un señor comiendo, además de estar el restaurante abierto desde las 12. Venían con nosotros cuatro voluntarios, que no daban crédito a lo que estaba pasando. Nos acomodaron y atendieron perfectamente, en el bar de al lado ( éramos 15 personas), desde el que vimos como a los 5 minutos se sentaba una família sin ser "echados" de malas formas . Desde aquí os animo a compartir esta injusticia y mal hacer, porque afortunadamente, "no todo vale".

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