Padres de niños discapacitados exigen su derecho a ir a colegios ordinarios

Familias y expertos denuncian que la escuela inclusiva retrocede 30 años con los ajustes y la LOMCE

Mar Ferragut 20.02.2015 | 02:45

La presentación de la plataforma corrió a cargo de Cati Capó (de blanco, en el centro) y fue arropada por varias entidades. G. Bosch

"Es la pregunta que más nos hacen y la respuesta es ´sí´ : los niños con discapacidad tienen derecho a ir colegios ordinarios". Así lo reiteró ayer Cati Capó, portavoz de la Plataforma Escola Inclusiva de Balears ante la veintena de personas del sector educativo que ayer les arropó en su presentación: "Figura en el Convenio Internacional de Derechos de Personas con Discapacidad que España ratificó en 2008".

Un derecho que no se está cumpliendo y que parece aún más lejos debido a los recortes de los últimos años y ante determinados planteamientos de la LOMCE: "La escuela inclusiva ha retrocedido 30 años", aseguró Joan Jordi Muntaner, profesor de la UIB e investigador especializado en diversidad, que recordó que este modelo no solo beneficia a estos niños, sino a todo el alumnado y a la sociedad en general, al reforzar valores de convivencia y respeto. "Facilita la educación integral y que los alumnos aprendan a compartir y a aprender la diferencia", añadió Jaume Ribas, presidente de la federación de asociaciones de padres, FAPA.

Capó, junto con otras familias, ya hace tiempo que empezaron a denunciar cómo estaban afectando los ajustes a los niños con necesidades especiales, al haberse recortado en profesorado de apoyo y en figuras como los auxiliares técnicos de educación (ATE). Esta falta de personal que garantice la buena atención de estos niños, sumado a otras medidas como el aumento de ratios, genera miedo entre los padres y por ello aumentan las derivaciones a los siete centros de educación especial existentes en Mallorca.

En los últimos años, estos ya han denunciado varias veces que están saturados y ayer lo reiteró Juan Perera, director del centro Príncipe de Asturias para niños con síndrome de Down: "Estamos con el agua al cuello, nos envían muchos niños cuando nuestros centros deberían estar reservados para los que necesitan una adaptación curricular muy significativa".

Ante esta situación, esta plataforma, reivindicó ayer la necesidad de que la Administración cumpla con la normativa y apueste de forma decidida por la escuela inclusiva. Proponen para ello un "plan de acción serio" que quieren blindar "independientemente de quien gobierne"; un plan que incluya equipamientos; apoyo al alumno y al profesor; ratios idóneas; equipos psicopedagogos; unidades móviles de apoyo; equipos directivos formados y capaces de apostar por metodologías específicas; familias implicadas y colaboradoras con el maestro... "El objetivo de la educación es que el alumno aprenda, sean cuales sean sus circunstancias", recordó.

Antoni Morante, presidente de la asociación de directores de Secundaria ADESMA, quiso dejar claro ayer que la equidad no sólo no es antónima de la eficiencia, sino que, según varios estudios científicos (alguno de la OCDE) garantizar las mismas oportunidades para todo el alumnado mejora los resultados del sistema y alivia el fracaso escolar y por tanto supone también beneficios económicos

El tono de la LOMCE
Lamentó sin embargo que el "discurso dominante" es que trabajar por la equidad es incompatible con perseguir buenos resultados; discurso que cree acentuado por la LOMCE, que "sustituye la escuela inclusiva por una competitiva y punitiva".

El director criticó además que la nueva ley sustituye los programas de diversificación que se ofertaban en tercero y cuarto de ESO para que los estudiantes con problemas obtuvieran el graduado, por otros planes que solo se darán en segundo y tercero y en los que los estudiantes tendrán que aprender exactamente los mismos contenidos que sus compañeros (solo cambia la estructura: en vez de enseñanza de por asignaturas, los contenidos se agrupan en bloques): "Un grueso de alumnos se quedará por el camino", advirtió.

El presidente de ADESMA concluyó con una cita del sociólogo Zymunt Bauman: "Se mide la capacidad de un puente pera soportar el peso, por la fuerza de su pilar más débil. La calidad humana de una sociedad debería evaluarse por la calidad de vida de sus miembros más débiles".