Una comerciante de Sotrondio donará una grúa al niño con síndrome de Angelman

Rosa María Alonso, en Sotrondio. / JUAN CARLOS ROMÁN

• Rosa María Alonso contacta con la madre del pequeño Marcos para regalarle la máquina solicitada en una campaña

• D. LUMBRERAS
 
• OVIEDO

8 diciembre 201601:51

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Rakel Jaime, la madre de Marcos, un pequeño con síndrome de Angelman, no tiene fuerzas ya para mover a su hijo. Ha crecido, tiene doce años, y pesa más que ella. El menor padece un desorden genético que lastra su desarrollo físico y psíquico y lo convierte en dependiente. Su madre necesita una grúa para el día a día, y ya la ha conseguido: «Estoy todavía en estado de shock. No me esperaba que fuese así de rápido. Estoy supercontenta», explicó ayer. La campaña 'Yo quiero una grúa para Marcos', puesta en marcha por Maite Capín, ha tenido éxito. «Ojalá pueda ir en persona a Asturias a conocer a la persona que nos da la máquina», destacó Rakel.

Esa persona que le ha hecho feliz es Rosa María Alonso, una comerciante de Sotrondio, que tras conocer la campaña a través de este diario, decidió dar un paso al frente y poner a su disposición la grúa. «Por desgracia tuve un hermano que estuvo veintiocho años en coma. Tenía una grúa para él, debido a que estuve trabajando muchos años en el centro Santo Ángel de la Guarda de Latores». Marcos será su nuevo usuario. Su madre, «feliz», razona que ahora «podré atenderlo mejor, cogerlo y bañarlo. Para mí es un mundo», añadió.

Agradeció a Alonso «su gran corazón», así como a todos aquellos que contribuyeron a difundir la campaña. Su promotora, Maite Capín, se mostró ayer «emocionadísima. Cuando la gente se une por una buena causa demuestra que se puede llegar a lograr lo más difícil».Numerosos usuarios que habían grabado vídeos para hacerse eco de esta petición también mostraron su felicidad y dieron la enhorabuena a la madre de Marcos, que quiso grabar un vídeo para darles personalmente las gracias por su apoyo.

Aunque la campaña solidaria pedía al SESPA que donase una grúa de entre el material del viejo HUCA, fuentes de la Consejería de Sanidad confirmaron a este diario que todo el último instrumental que podía ser utilizado fue donado al Sáhara Occidental.