Charo Ricart impulsa un proyecto para eliminar tabúes y cubrir las necesidades sexuales de las personas con cualquier discapacidad
Mónica Ros | Valencia 31.10.2016 | 08:05
Prácticas que capacitan para el sexo
Tienen necesidades sexuales. Exactamente las mismas que el resto de los mortales. Pero para las personas con diversidad funcional (un 10 % de la población) las relaciones íntimas son un tema tabú. El objetivo es garantizar la vivienda o el trabajo. ¿Y el sexo? Un proyecto pionero en Valencia ofrece asesoramiento, talleres y hasta acompañamientos sexuales a personas discapacitadas. A más de uno ya le ha cambiado la vida
Tienen una discapacidad. La que sea. Pero también tienen necesidades sexuales. Como todos. Sin embargo, nadie habla de ello. Nadie se preocupa de cubrir esa carencia. No hay recursos. Es como si la discapacidad fuera unida a una vida sin apetito sexual, sin deseo, sin relaciones. Nada más lejos de la realidad. Las personas con diversidad funcional no son una especie marciana, que no necesita lo mismo que el resto de los mortales. La Administración, las entidades sin ánimo de lucro, los colectivos asociados... pelean para que las personas con diversidad funcional tengan cubiertas necesidades básicas como la vivienda, el trabajo, la salud o la alimentación. Pero ¿y el sexo? ¿Es tan necesario en la vida?
Un proyecto pionero en Valencia rompe los esquemas. Se llama «Sexualidad funcional», cuenta con el apoyo del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) y está subvencionado por la Generalitat Valenciana con 3.000 euros. Esa cuantía es la que marca la duración del mismo, estipulada en cuatro meses (de septiembre a diciembre). En las tres partes del proyecto ?asesoramiento, orientación y apoyo psicológico; Talleres y actividades; y Mediación y acercamiento al acompañamiento sexual? el programa aborda la afectividad, el placer, la fantasía, las relaciones, las caricias... Sin tabúes, sin miedos y sin prejuicios. A más de una persona ya le ha cambiado la vida. Y sino que se lo pregunten a Carmen.