Algunas personas no entienden que no tengo ni el más mínimo afán de protagonismo, al contrario, soy una gran tímida, que se esconde tras una careta toodos los días porque la vida me dió tantos golpes que tuve que aprender a defenderme. La discapacidad de mi hijo me enseñó un mundo aparte, lleno de discriminación, dónde los derechos humanos se violan una y otra vez y la empatía hacia ellos brilla por su ausencia. A la vez me enseño,un grupo de personas luchadoras que luchan cada día por sobrevivir, por defender sus derechos, por gritarle al mundo que son personas igual que tú, por hacerse su hueco en ésta sociedad, a veces tan cruel.
Llevo luchando con Aimar 14 años, hemos pasado por casi de todo y las putadas han sido constantes una y otra vez, simplemente es cuestión de sacar las uñas y luchar por un hijo, y eso creo que lo haría casi cualquier madre. Por qué a mí se me juzga una y otra vez? Yo no soy la responsable de la marginación, carencias, o más bien dejadez del estado hacia éstas personas, yo sólo intento darle a mi hijo lo que necesita, merece y tiene reconocido como derecho.
Nunca he ocultado a mi hijo, y jamás lo haré, porque no tengo por qué, y soy una de las madres más orgullosas de sus hijos que existe, así que nadie espere verme llorando por " lo que me ha tocado" compadeciendome en casa y gritando lo pobrecita que soy. Soy de las personas más afortunadas, tengo dos hijos maravillosos, amigos que están conmigo a muerte, río a cada segundo, y tengo los suficientes ovarios para defender los derechos de mi hijo, así que nadie se moleste, pasé de nivel, las críticas ya no me hacen daño, sólo me hacen más fuerte, lo siento!!
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