lunes, 21 de noviembre de 2016

´Muchos padres de discapacitados viven angustiados por quién cuidará a sus hijos tras su muerte´


Riol ofrece hoy una charla en Aspamsim sobre el testamento y la discapacidad, en la que abordará la necesidad de una residencia

29.11.2013 | 01:26
Pedro Riol, ayer, en al sede de la asocaición de padres de discapacitados en Cangas. // Gonzalo Núñez
Pedro Riol, ayer, en al sede de la asocaición de padres de discapacitados en Cangas. // Gonzalo Núñez
pedro riol lópez - Notario que reside en Cangas
Es una de las personas, sin ser natural de Cangas, de las que mejor valorada está en el municipio, en donde reside desde hace treinta años, y su implicación a favor de la Asociación de padres de minusválidos psíquicos del Morrazo (Aspamsim), que preside Carlos Sotelo, le avala. El notario Pedro Riol ofrecerá hoy una charla en el local de la asociación, en el Eirado do Sinal, a las 19.00 horas, en la que abordará "O testamento e a discapacidade". Reconoce que él empezó a acercarse a Aspamsim desde su trabajo como notario al atender a padres angustiados que acudían a la notaría para arreglar el futuro de sus hijos discapacitados, no tanto el problema económico de cómo quedarían tras el fallecimiento de ellos, como por quién estarían atendidos.
-¿Qué es lo principal que destacará en esta charla?
-Uno de los actos más importantes de la vida es el testamento donde la persona refleja la situación que va a quedar después de su fallecimiento en lo que se refiere a los bienes y a la atención de las personas, en el caso de la discapacidad con quien quedan esas personas. Después de 34 años en el ejercicio del cargo, uno está sensibilizado ante las angustias e inquietudes de los padres de las personas discapacitadas ante un hecho tan importante como con quién quedan al fallecimiento de los padres, el nombramiento de tutor, si se declara la incapacidad... En el mundo del Derecho hay distintas opiniones y yo no soy partidario de la incapacitación judicial, que supone la muerte activa de las personas. Hay que luchar por lo contrario, que las personas discapacitadas procuren tener los mismos derechos que nosotros con su complemento de capacidad. No dejan de ser personas iguales que necesitan complemento.
-¿Se avanzó poco en este sentido?
-En dependencia y discapacidad hay que hacer mucho más. Teníamos una ley que hoy sufre las consecuencias de la maldita crisis, con sus recortes, había que avanzar porque las angustias mayores de los padres son con quien van a quedar sus hijos, había que hacer residencias para atender a estos niños que no les supongan exclusión ni guetos, pero donde las familias se puedan encontrar desahogadas.
-Si unos padres dejan en sus testamentos lo quieren para sus hijos discapacitados ¿pueden sus últimas voluntades quedar invalidadas al amparo de una determinada ley?
-Los padres que manifiestan en el testamento, previo asesoramiento del notario, no van a realizar ninguno que pueda ser anulado. El problema es que los padres entiendan que poner a una hija capacitada al cuidado y atención de una persona con discapacidad fuerte, a veces, supone una vida muy limitada para ella. A través de esta asociación intentamos dar ese paso hacia delante y que haya residencias donde los padres puedan quedar tranquilos a la hora de su fallecimiento en el sentido de que sus hijos van a estar cuidados y atendidos.
-¿Está en proyecto alguna residencia?
-Estuvimos hace poco con el alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo, para plantearle la posibilidad de que el Concello ceda un terreno para una residencia. Es lo mismo que las personas mayores que tienen sus centros de residencia. Con esto atendemos la mayor angustia de los padres, que no es la situación económica, sino quien queda al cuidado del discapacitado y en esto es donde nos quedamos anclados en el pasado. La Ley de Dependencia era una ley importante en el mundo del Derecho, pero quedó anclada por la falta de financiación. No hay que olvidarse que Aspamsim nació como consecuencia de que los chavales discapacitados tuvieran tres horas de la tarde cubiertas con educadores mientras los padres trabajan.
-¿Es una fantasía pensar que Cangas pueda contar con una residencia?
-No, en eso está la junta directiva de Aspamsim, lo que ocurre es que nos coge a todos trabajando, pero cuando tengamos más tiempo, esto sale adelante. Primero necesitamos la cesión del terreno, estamos hablando de una buena superficie. Después dependemos de las aportaciones, y la sociedad está sensibilizada. Ante estos problemas, cualquiera y de cualquier signo político se sensibiliza. Todos tenemos amigos arquitectos, electricistas, que venden cocinas... todos pueden echar una mano.
-¿Les habló el alcalde de algún terreno en concreto para empezar a trabajar?
-No, porque aún carecemos del tiempo suficiente. pero, de todas formas, Sotelo ya nos habló de algunos terrenos. Nos dijo que por ahí no iba a haber problema. Tuvimos siempre la suerte de que en los años que llevamos con Aspamsim nos tocaron gobiernos locales de distinto signo político que nos apoyaron.
-¿Cómo fue su acercamiento a Aspamsim?
-Por la función notarial. Había situaciones de auténtica angustia de los padres cuando acudían a hacer el testamento con hijos discapacitados. Después conocí a gente con niños como el presidente y una directiva de Aspamsim, y como llevo 30 años viviendo en Cangas, nos vamos conociendo todos. Me fui involucrando, por amistad, incluso por interés propio porque en una sociedad tan consumista, llegas del trabajo a la asociación y todo lo que te dan estos niños es cariño.

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