Los animales, además de acompañar al afectado, le abren la puerta o recogen sus objetos
02.10.13 - 16:48 -
Algunos no pueden hablar. O no pueden caminar o apenas pueden pensar. Algunos sufren epilepsia. Muchos tienen el cuerpo postrado en una silla de rueda, la mente también abandonada. Un mal embarazo, un difícil parto los han traído al mundo; pero han roto su desarrollo y desde pronto, muy pronto, la vida es un excesivo esfuerzo diario. La parálisis cerebral ha levantado barreras a su habla, a su expresión, a sus juegos... y además la sociedad o los desconoce, o los ignora o, al menos, cree que son pocos. 'Uno de 500' es el nombre de su campaña de sensibilización hoy Día Mundial de la Parálisis Cerebral, jornada de reivindicaciones. Es la incidencia, nada despreciable.
En Castilla y León según los datos que maneja Aspace, la asociación que los acoge, hay 3.699 afectados. Burgos, Salamanca y Valladolid suman el mayor número, ligeramente inclinado hacia los varones.
Aspace ofrece centro de día, residencial y sobre todo terapia. Servicios de estimulación cognitiva o de habilitación psicosocial, fisioterapia o atención temprana, entre otras muchas componen una oferta que también implica a la familia e incluye la defensa de los derechos de estas personas.
Conocidas son las experiencias con perros guía para personas ciegas, incluso para las que están en silla de ruedas o sufren algunas limitaciones. Sin embargo, ninguna organización había acometido hasta ahora en Castilla y León la terapia con estas mascotas para personas con parálisis cerebral. Desde hace un mes, Aspace desarrolla este pilotaje, con el objetivo de extenderlo en el futuro a más afectados. Para ello, ha contado con el desinteresado apoyo de Víctor de Ron, de la empresa Roncescan Adiestramiento Canino. Este especialista en corregir a perros conflictivos también tiene claras inquietudes solidarias y ha preparado los dos perros labradores que se han empleado en esta experiencia. Dos han sido los destinatarios. «Uno de ellos -explica el presidente de la federación autonómica, Luis Ángel Pérez- es un caso más difícil, es una persona muy afectada y el perro lo que consigue es estimularla, consigue que intente acariciarlo y la familia nos dice que ha mejorado su atención, es capaz de centrarse mejor por ejemplo en los sonidos; pero es pronto para evaluarlo».
El otro caso, es el de Rocío Molpeceres, una joven con menos limitaciones para la que 'Mickey', un labrador de poco más de 20 meses, le ha abierto puertas, literalmente -es uno de sus cometidos- pero sobre todo emocionalmente. Este perro tira de cuerdas que tienen los picaportes para abrirle el paso, le enciende las luces, le recoge el móvil cuando se le cae al suelo... la acompaña y a Rocío «la ha sacado a la calle porque tiene que llevarlo a pasear, tiene que salir como todos los perros a hacer sus necesidades y a caminar», explica Víctor, su entrenador.
Este adiestrador ya había trabajado con personas en silla de ruedas, ahora prepara un perro para que detecte las bajadas de azúcar en un niño diabético de nueve años, con ayuda de su olfato, ladra cuando percibe el olor dulce y también en casos de autistas, para que no crucen un paso de cebra o se alejen de su casa. El perro los retiene. Rocío ya ha ganado en movilidad, tiene que esforzarse en chillar... Víctor de Ron explica que trabaja con labradores y golden, según casos, «porque los de esta segunda raza no llevan bien que les griten. Lo primero que se les enseña es lo habitual para la convivencia de cualquier cachorro y, luego, lo fundamental es la obediencia; lo de menos es que abran o cierren una puerta, si obedecen bien está ganado casi todo», añade.
Jornada de reflexión
Hoy, Día de la Parálisis Cerebral, es una jornada para recordar que este problema existe y que es «una discapacidad múltiple. No puede considerarse como solo física, intelectual o sensorial: no puede valorarse bajo el mismo barómetro porque, para las familias, el gasto de su atención es muy superior», defiende Luis Ángel Pérez.
Los recortes del Gobierno central, la tijera de la Junta, los 'ajustes' de las obras sociales de las entidades bancarias han afectado especialmente al mundo de la discapacidad en general y a este colectivo en particular. Aunque la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades ha mantenido en aceptables cuantías las subvenciones, todo lo demás ha sido recorte, incluidas las ayudas al cuidador familiar -especialmente demandada en estos casos, porque son los padres los que atienden- que han bajado más en Castilla y León que en el resto del país.
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