sábado, 14 de mayo de 2016

Por primera vez un parapléjico en bicicleta adaptada se adentra en circuitos de montaña ayudado por dos ciclistas que tiran de él



Fernando De La Pinta es cántabro, tiene 34 años y lleva 18 en silla de ruedas por un accidente de tráfico. Su manera de superar la discapacidad ha sido y es el deporte. Práctica submarinismo, baloncesto y, desde hace unos pocos años, ciclismo. Tiene una bicicleta adaptada, en realidad, un triciclo en donde él mueve con sus brazos el eje pedalier a modo de manillar y trasmite el movimiento a la rueda delantera a través de una cadena. Al igual que en una bicicleta, el sistema dispone de un cambio que le permite 20 marchas. En Cantabria hay cinco bicicletas de este tipo, aunque sólo dos deportistas las utilizan: él y su amigo Toño, de Santander.
Francisco José Cuena y Daniel Gutiérrez tiran de la bicicleta adptada de Fernando De La Pinta
En principio comenzó a andar por las carreteras en las inmediaciones de Torrelavega, en donde vive, y un día pensó que podría, al igual que los aficionados al ciclismo, intentar adentrase en las pistas forestales y en la montaña, una forma particular de “mountain bike”.

Vió que era muy complicado, que necesitaba un “triciclo especial” adaptado a ese tipo de recorridos y que además, por su discapacidad -es parapléjico-, tenía que pedir apoyo en las zonas más empinadas. ¿Y si alguien en bicicleta de montaña tira de mí para superar los terrenos "pindios"?....llamó a dos amigos, José Cuena y Daniel Gutiérrez.

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