martes, 23 de agosto de 2016

CARTA DE UNA MADRE CON UN HIJO CON dis-CAPACIDAD


Me decidí a escribir estas líneas, porque ya estoy bien cansada, de siempre lo mismo… Tengo un hijo con discapacidad, sí, pero no es una carga, ni su discapacidad una maldición, y tampoco un castigo no, es su condición, admito, que en un principio no fue fácil, pero como serlo, con la poca información que existe, información real, me refiero, en vez de felicitaciones, recibes condolencias, todo la búsqueda es negativa, en esas condiciones, como aceptar con alegría la llegada, que todo el mundo olvida, es un bebé, un hermoso bebé como todos.



Sí, es posible que tenga unos cuidados, que los demás no tengan pero todo sería mucho más fácil, si los padres de los niños con discapacidades recibiéramos la información adecuada, que tener un hijo con discapacidad, no es un castigo de Dios, sino una bendición, como cualquier bebé y la discapacidad, no es más que la condición, que le tocó vivir a tu pequeño los padres somos la guía, como cualquier padre, pero con la diferencia, que si o no, acabamos teniendo la fortaleza, de demostrar a nuestros hijos y la sociedad completa, que se equivocan, que nuestros hijos son como todos los demás, no necesariamente, tienes que estar a cargo de ellos de por vida, todo depende como los eduques, como todos los hijos, lo tanto que lo incapacites, repito una vez más,
mi hijo no es discapacitado, solo tiene una discapacidad,
dejar de tratarle como si fuera menos que vuestro hijo, y como si fuera un bicho raro, mi hijo es consciente de todo, como a todo niño le afecta.

Como madre, no me duele que tenga una discapacidad, si no niego, que preferiría que no tuviera, pero no por su discapacidad, sino por esta sociedad, que no deja de discriminarle y violentarle. Es duro llevar a tu hijo de seis años al parque, este repleto de niños de su edad, él es muy sociable solo quiere hacer amigos, jugar, como cualquier niño, pero solo recibe rechazo, palabras violentas, algún que otro empujón.

Es duro, ver como tu hijo, sale del colegió llorando, porque nadie quiso jugar con él y además le violentaron. Es muy difícil aceptar, que tu hijo cumple 6 años, como todo niño tiene su fiesta, ilusionado espera a más de 15 niños de su edad invitados, y ninguno se presente. Él acaba llorando desconsolado, yo lloró con él. Vosotros como padres, ¿os habéis puesto a pensar como os sentiríais, si vuestros hijos pasaran por lo mismo? ¿no? Pues hacerlo, y responded con sinceridad.

Muchos me preguntan… tu mayor deseo será que tu hijo se cure de la discapacidad… ¿La verdad? Estáis totalmente equivocados, mi hijo no se tiene que curar de nada, porque enfermo no está. Mi mayor deseo es que mi hijo, pueda vivir en un mundo donde sea aceptado y valorado, como la persona que es, y no la discapacidad que poseé, ya que su capacidad le supera con creces, no lo digo porque sea su madre, no, lo digo porque es la realidad… pero que te voy a decir a ti, que no dejas de criticar y hablar, sin saber realmente, la verdad.

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